Concentrado en la búsqueda , necesité unos minutos para reparar en lo anómalo de aquella situación . El guía , incomprensiblemente , no se había movido del coche . Le observé a través de los ventanales . No parecía tener intención de salir del automóvil . Era muy extraño . ¿ Es que todo su descubrimiento consistía en el traslado al museo ? No , no era lógico . Podría haberse ahorrado las carreras , conduciéndome sencilla y directamente al lugar . Por otra parte , si sabía algo , ¿ por qué tanto mutismo ? ¿ O es que no le interesaba la sustanciosa propina ? Tentado estuve de reunirme con él e interrogarle . La verdad es que , con las prisas y la excitación del momento , no le había concedido la oportunidad de explicarse . Sin embargo , - argumenté con cierto enfado - lo normal es que me hubiera seguido hasta el edificio .
La curiosidad se impuso y , olvidando el incidente , me dirigí a las escalinatas que conducen a la parte superior : al museo propiamente dicho . Poco despues lamentaría este nuevo error .
La espaciosa y única sala se hallaba desierta . Inmóvil al pie de la escalera , con el pulso acelerado , quise abarcarlo todo en un segundo .
<< ¡ Calma ! >> , me repetí , mientras el sentido común forcejeaba con una devoradora curiosidad .
<< ... el número secreto de las plumas es el número secreto del guía . >>
Presentía que la clave del enigma estaba a mi alcance .
Casi podía olfatearla ... ¿ O era mi ansiedad ?
Aunque seguía careciendo de información respeto a la naturaleza del << mensajero Hazor >> , algo en mi interior me decía que , nada más verlo , lo reconocería . Así que , de puntillas , fui asomándome a las vitrinas . Cerámica rojiza de diferentes períodos , puntas de flecha... Nada de aquello contenía el mensaje que necesitaba .
Fui rodeando la estancia , desechando los innumerables cántaros , escudillas , telares , mesas de libaciones de basalto y las pesadas ruedas de molino , utilizadas en la anigüedad para prensar el grano.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
La curiosidad se impuso y , olvidando el incidente , me dirigí a las escalinatas que conducen a la parte superior : al museo propiamente dicho . Poco despues lamentaría este nuevo error .
La espaciosa y única sala se hallaba desierta . Inmóvil al pie de la escalera , con el pulso acelerado , quise abarcarlo todo en un segundo .
<< ¡ Calma ! >> , me repetí , mientras el sentido común forcejeaba con una devoradora curiosidad .
<< ... el número secreto de las plumas es el número secreto del guía . >>
Presentía que la clave del enigma estaba a mi alcance .
Casi podía olfatearla ... ¿ O era mi ansiedad ?
Aunque seguía careciendo de información respeto a la naturaleza del << mensajero Hazor >> , algo en mi interior me decía que , nada más verlo , lo reconocería . Así que , de puntillas , fui asomándome a las vitrinas . Cerámica rojiza de diferentes períodos , puntas de flecha... Nada de aquello contenía el mensaje que necesitaba .
Fui rodeando la estancia , desechando los innumerables cántaros , escudillas , telares , mesas de libaciones de basalto y las pesadas ruedas de molino , utilizadas en la anigüedad para prensar el grano.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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