Solimán aparecio al fin por la empinada rampa de acceso a las ruinas . Venía a la carrera . Sudoroso , jadeante y pletórico se introdujo en el Mercedes . Le imité y , sin mediar palabra , arrancó , dirigiéndose a la zona de salida . Le vi tan ensimismado que no tuve valor para interrogarle . Ardía en deseos de hacerlo , pero su mutismo me coartó .
Conducía de prisa . Nervioso . Cruzamos ante la garita de control como una exhalación , sepultando al guarda en una blanca nube de polvo . El chófer , impertérrito , desvió la mirada hacia el espejo retrovisor , esbozando un pícara sonrisa . Al volverme distinguí la airada figura del funcionario , agitando sus larguiruchos brazós entre la masa de polvo y tierra .
Minutos mas tarde , Solimán abandonaba la carretera general , aparcando frente a un moderno y funcional edificio de una planta , alejado poco más de un kilómetro del tell.
- ¿ Y bien ?
Por toda respuesta , el hermético guía alzó sus manos en dirección al edificio , exclamando :
- El museo de Hazor .
¡ Santo cielo ! Lo había olvidado . Esta vez fui yo quien corrí hacia las puertas de cristal , dejándole plantado .¿ Cómo no había caído mucho antes ?Allí , con seguridad , me esperaba la solución al criptograma .
<< Hazor es su nombre ... >>
Temblando de ansiedad irrumpí en el recinto . Al verme , el portero , un hombre entrado en canas , sonrió . Obviamente , estaba al tanto de los manejos de Solimán . Porque al hacer ademán de abonar el obligado tichet de entrada , señaló hacia el Mercedes , reforzando su ancha sonrisa y franqueándome el paso .
. Comprendo - le correspondí -. Gracias ...
Lancé una atolondrada ojeada a mi alrededor . La planta baja , que hace las veces de vestíbulo y recepción , apenas contenía una docena de piezas y varias fotografías aéreas de las excavaciones.
- ¡ Calma ! - me ordené con severidad -. ¡ Mucha calma !El examen tenía que ser minucioso . Merodeé en torno a las tinas y restos de cerámica, pero no advertí nada de particular .
<< ... y sus alas te llevaránal guía >>.
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Conducía de prisa . Nervioso . Cruzamos ante la garita de control como una exhalación , sepultando al guarda en una blanca nube de polvo . El chófer , impertérrito , desvió la mirada hacia el espejo retrovisor , esbozando un pícara sonrisa . Al volverme distinguí la airada figura del funcionario , agitando sus larguiruchos brazós entre la masa de polvo y tierra .
Minutos mas tarde , Solimán abandonaba la carretera general , aparcando frente a un moderno y funcional edificio de una planta , alejado poco más de un kilómetro del tell.
- ¿ Y bien ?
Por toda respuesta , el hermético guía alzó sus manos en dirección al edificio , exclamando :
- El museo de Hazor .
¡ Santo cielo ! Lo había olvidado . Esta vez fui yo quien corrí hacia las puertas de cristal , dejándole plantado .¿ Cómo no había caído mucho antes ?Allí , con seguridad , me esperaba la solución al criptograma .
<< Hazor es su nombre ... >>
Temblando de ansiedad irrumpí en el recinto . Al verme , el portero , un hombre entrado en canas , sonrió . Obviamente , estaba al tanto de los manejos de Solimán . Porque al hacer ademán de abonar el obligado tichet de entrada , señaló hacia el Mercedes , reforzando su ancha sonrisa y franqueándome el paso .
. Comprendo - le correspondí -. Gracias ...
Lancé una atolondrada ojeada a mi alrededor . La planta baja , que hace las veces de vestíbulo y recepción , apenas contenía una docena de piezas y varias fotografías aéreas de las excavaciones.
- ¡ Calma ! - me ordené con severidad -. ¡ Mucha calma !El examen tenía que ser minucioso . Merodeé en torno a las tinas y restos de cerámica, pero no advertí nada de particular .
<< ... y sus alas te llevaránal guía >>.
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto