A partir de entonces , el seguimiento se registraría a una prudencial distancia y siempre en paralelo , desde la banda opuesta a la que yo utilizaba .
Mi estrategia - elemental - consistía en ganar la concurrida confluencia de las referidas calles de Ben Yehuda y George V .Una vez allí , con unos gramos de suerte , trataría de darle esquinazo . Sin embargo , al rebasar el hotel Plaza - mediada ya la avenida de George V -, tuve una idea mejor y más arriesgada.
Tal y como suponía , el gordinflón , que no perdía ojo , quedó desconcertado . casi con seguridad , la información recibida del recepcionista le hizo confiar en mi propósito de visitar tiendas y efectuar algunas compras . Por eso , al descubrir cómo me detenía bajo la marquesina del bus número 9 , su desolación debió ser notable . A pesar de todo , tengo que reconocer que la fortuna estaba de mi lado . Si en aquellos precisos instantes hubiera llegado un autocar , la burla habría sido redonda . Muy a pesar mío , el primero de los vehículos de transporte público que asomó por la avenida lo haría conn el suficiente retraso como para permitirle cruzar la calle y mezclarse entre el reducido grupo de personas que nos cobijábamos en la garita .
Al ingresar en el bus , mi contrariedad fue en aumento . << Y ahora , ¿ qué ? >> El << cara de luna >>, impertérrito , pasó a milado , acomodandose en uno de los asientos del fondo , muy cerca de la puerta de salida . Yo permanecí de pie , frente porm frente a la portezuela de doble hoja situada en el centro geométrico del vehículo y que era accionada enn cada una de las paradas . tenía que actuar . Pero ¿ Cómo ?
El número de pasajeros se incrementó en las dos siguientes paradas . Aquello podía beneficiarme . De soslayo , parapetándome entre los viajeros , procuré vigilar al individuo . Naturalmente , él hizo otro tanto .
No disponía de muchas alternativas . Era menester jugárselo a una carta , aunque aquello me delatara .Nervioso , aguardé la siguiente paradab . Al divisar el inminente cruce con la via de Hillel , alguien pulsó el timbre , previniendo al conductor .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Mi estrategia - elemental - consistía en ganar la concurrida confluencia de las referidas calles de Ben Yehuda y George V .Una vez allí , con unos gramos de suerte , trataría de darle esquinazo . Sin embargo , al rebasar el hotel Plaza - mediada ya la avenida de George V -, tuve una idea mejor y más arriesgada.
Tal y como suponía , el gordinflón , que no perdía ojo , quedó desconcertado . casi con seguridad , la información recibida del recepcionista le hizo confiar en mi propósito de visitar tiendas y efectuar algunas compras . Por eso , al descubrir cómo me detenía bajo la marquesina del bus número 9 , su desolación debió ser notable . A pesar de todo , tengo que reconocer que la fortuna estaba de mi lado . Si en aquellos precisos instantes hubiera llegado un autocar , la burla habría sido redonda . Muy a pesar mío , el primero de los vehículos de transporte público que asomó por la avenida lo haría conn el suficiente retraso como para permitirle cruzar la calle y mezclarse entre el reducido grupo de personas que nos cobijábamos en la garita .
Al ingresar en el bus , mi contrariedad fue en aumento . << Y ahora , ¿ qué ? >> El << cara de luna >>, impertérrito , pasó a milado , acomodandose en uno de los asientos del fondo , muy cerca de la puerta de salida . Yo permanecí de pie , frente porm frente a la portezuela de doble hoja situada en el centro geométrico del vehículo y que era accionada enn cada una de las paradas . tenía que actuar . Pero ¿ Cómo ?
El número de pasajeros se incrementó en las dos siguientes paradas . Aquello podía beneficiarme . De soslayo , parapetándome entre los viajeros , procuré vigilar al individuo . Naturalmente , él hizo otro tanto .
No disponía de muchas alternativas . Era menester jugárselo a una carta , aunque aquello me delatara .Nervioso , aguardé la siguiente paradab . Al divisar el inminente cruce con la via de Hillel , alguien pulsó el timbre , previniendo al conductor .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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