sábado, 10 de octubre de 2015

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontar el Diario del Mayor - Israel - ( 25 )

Los segundos transcurrieron tensos e interminables . Con los músculos  agarrotados fui paseando la vista por la ciénaga , esperando que , en cualquier momento , la o las  bestias irrumpieran en la superficie  . De pronto caí en la cuenta de que me hallaba  con medio cuerpo fuera del escalón , prácticamente sobre las aguas . ¿ Y si el responsable de las burbujas buceaba hasta el filo de la piscina ? La repentina y angustiosa idea pulverizó mi menguado valor . Y de un salto retrocedí hasta la valla . El frío sudor y el miedo destilaban ya por los cuatro costados  . Pero el túnel continuó en silencio . Nada alteró sus aguas . Y despacio , muy despacio , fui recomponiendo mi malparado espíritu . Los que me conocen un poco saben que , a estas alturas de la vida , sólo me indigno conmigo mismo . Pues bien , ésta fue una de esas ocasiones en la que maldije mi escasa  fortaleza de ánimo .
Guardé la cámara fotográfica y , mascullando toda suerte de improperios contra mí mismo , avancé hasta el andamiaje de la derecha . Se habían terminado las inspecciones y el rosario de fantasías . << Aquí no hay y no pasa nada . fui repitiéndome  mientras me asía a uno de los palos , emprendiendo la escalada - . Aquí sólo hay miedo ...>>
No me equivocaba en lo del miedo . En lo otro , desgraciadamente , sí .
¡ Estúpido de mi ! Jamás aprenderé . Los primeros movimientos fueron sencillos . Molestos y delicados ante lo resbaladizo de los troncos  , pero de escasa dificultad . El entibado moría a unos cinco metros  de la superficie de la charca . Tanteé varios de los travesaños  horizontales , eligiendo uno de los más gruesos . Ante la presión de mi pie , gimió levemente , Pero soportó el peso . El largo madero , claveteado a los postes verticales , se hallaba a unos dos metros sobre el nivel de ciénaga , perdiéndose en la profundidad del túnel . Aquella batería de postes y tablas , al igual que la que había sido plantada en el lateral izquierdo del subterráneo , formaba un intricado laberinto de difícil acceso.
Los troncos horizontales habían sido dispuestos a medio metro uno del otro , reforzados en el interior  de la masa del andamiaje  con decenas de estacas , apuntaladas en aspa . Intentar el avance por el centro de la estructura habría sido laborioso en extremo . Así que , en mi afán por ganar tiempo , elegí la cara externa : desnuda  y vertical sobre las aguas  . Frente a este podrido e improvisado << puente >> - a cuestión de cuatro o cinco metros  - corría paralela , como digo , la estructura de la izquierda .
Autor
Un abrazo
Antonio Martinez

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