El terreno , al filo de los peldaños de basalto , eran fangosos . A derecha e izquierda , hundidos en el barro , se levantaban los primeros puntales de madera . Mi propósito era trepar por ellos y , con toda precaución del mundo , deslizarme sobre los travesaños hasta el final de los mismos . En aquellos agitados instantes no vi una fórmula mejor para salvar la charca .
Mis manos se humedecieron al palpar los maderos de la izquierda . << Mal asunto >> sentencié . A la luz del mechero inspecioné las bases . Se hallaban deterioradas . Era de esperar . Aquel armazón , dispuesto por los hombres de Yadin , venía soportando un desgaste de treinta años . La humedad de la cisterna , implacable , lo había corrompido todo o casi todo . Examiné los clavos que soldaban los palos horizontales a los verticales . La mayor parte - corroíada por el óxido - no ofrecía mucha seguridad . ¿ Resistirían mi peso ? Decidí verificarlo . Me apoyé con ambas manos sobre el travesaño más bajo , situado a cosa de ochenta centímetros del terreno , propinándole varios e inmesericordiosos empellones . La estructura se resintió , crijiendo amenazadora . Fue un aviso . Pero no todo terminó ahí . Amén de patinar peligrosamente sobre la curvatura del madero . al tercer o cuarto << embate >> escuché un nuevo << plof >> . Esta vez , a mi derecha y muy próximo . Me revolví frenético . La única respuesta fue otra cansina serie de ondas circulares avanzando hacia mis pies y el silencio . Un silencio que secó mi garganta . El irritante misterio de aquellos golpes empezaba a encolerizarme . Descendí hasta el último de los escalones y , en cuclillas , acerqué la llama a las aguas . Fue inútil . La negrura era impenetrable . Agité la superficie con la mano izquierda y , al acercar los dedos a la nariz , un agudo olor a podrido me echó para atras . Permanecí pensativo y expectante , bregando con la oscuridad . Al poco , por mi izquierda , junto a uno de los postes ubicado a metro y medio , emergieron varias burbujas . Sentí como los vellos de la nuca se erizaban . No tuve valor para moverme . Aquellas burbujas , las únicas que había observado desde que llegara a la cisterna , confirmaron mis inciales sospechas . Allí abajo habitaba o se movía algo ... Segundos despues otro burbujeo , más intenso , delató la presencia del supuesto animal junto a la base del poste contiguo . Parecía alejarse hacia el interior de la charca . Temblando de miedo , hecho un ovillo sobre el húmedo peldaño , fui abriendo la cremallera de la bolsa , tanteando las máquinas . Si << aquello >> - lo que fuera - asomaba entre las aguas , un oportuno flashazo me permitiría fotografiarlo y dejarlo temporalmente ciego.... En caso de peligro , esa ceguera jugaría a mi favor.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Mis manos se humedecieron al palpar los maderos de la izquierda . << Mal asunto >> sentencié . A la luz del mechero inspecioné las bases . Se hallaban deterioradas . Era de esperar . Aquel armazón , dispuesto por los hombres de Yadin , venía soportando un desgaste de treinta años . La humedad de la cisterna , implacable , lo había corrompido todo o casi todo . Examiné los clavos que soldaban los palos horizontales a los verticales . La mayor parte - corroíada por el óxido - no ofrecía mucha seguridad . ¿ Resistirían mi peso ? Decidí verificarlo . Me apoyé con ambas manos sobre el travesaño más bajo , situado a cosa de ochenta centímetros del terreno , propinándole varios e inmesericordiosos empellones . La estructura se resintió , crijiendo amenazadora . Fue un aviso . Pero no todo terminó ahí . Amén de patinar peligrosamente sobre la curvatura del madero . al tercer o cuarto << embate >> escuché un nuevo << plof >> . Esta vez , a mi derecha y muy próximo . Me revolví frenético . La única respuesta fue otra cansina serie de ondas circulares avanzando hacia mis pies y el silencio . Un silencio que secó mi garganta . El irritante misterio de aquellos golpes empezaba a encolerizarme . Descendí hasta el último de los escalones y , en cuclillas , acerqué la llama a las aguas . Fue inútil . La negrura era impenetrable . Agité la superficie con la mano izquierda y , al acercar los dedos a la nariz , un agudo olor a podrido me echó para atras . Permanecí pensativo y expectante , bregando con la oscuridad . Al poco , por mi izquierda , junto a uno de los postes ubicado a metro y medio , emergieron varias burbujas . Sentí como los vellos de la nuca se erizaban . No tuve valor para moverme . Aquellas burbujas , las únicas que había observado desde que llegara a la cisterna , confirmaron mis inciales sospechas . Allí abajo habitaba o se movía algo ... Segundos despues otro burbujeo , más intenso , delató la presencia del supuesto animal junto a la base del poste contiguo . Parecía alejarse hacia el interior de la charca . Temblando de miedo , hecho un ovillo sobre el húmedo peldaño , fui abriendo la cremallera de la bolsa , tanteando las máquinas . Si << aquello >> - lo que fuera - asomaba entre las aguas , un oportuno flashazo me permitiría fotografiarlo y dejarlo temporalmente ciego.... En caso de peligro , esa ceguera jugaría a mi favor.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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