viernes, 9 de octubre de 2015

Caballo de Troya - Tomo 3 - Las aventuras del autor para encontrar el Diario del Mayor - Israel ( 23 )

La cerca de madera estaba allí por algo . Experimenté un incómodo desasosiego . Pero lo atribuí al cúmulo de contrariedades  que venía padeciendo . <<  ¿ Y si la clave del misterio estuviera más allá ? >> La tiranía del criptograma se dejó sentir por enésima vez.. << ¿ Es que iba a tirar la toalla ante la primera seria dificultad que me cerrase el camino ? >>
La decisión estaba casi asumida cuando , en mitad de la oscuridad , escuché un nuevo y misterioso golpe . Fue como un << plof >> . Prendí el encendedor  y , al momento , descubrí el fatigoso avance de unas ondas en la superficie de la cisterna  . Algo se había precipitado en las aguas . Y el miedo resucitó . Elevé la llama en un intento de visualizar el techo de la galería . Quizá se tratase de agún desprendimiento , tan habitualesn en túneles de esa naturaleza . La sola idea de un derrumbe  me sobrecogio . Pero , al punto , al reconocer el rocoso y compacto techo abovedado , rechacé la ocurrencia  . Entonces , si no era una piedra lo que acababa de agitar la piscina .... El recuerdo de éste y de los golpes precedentes me acobardó . Como ya señalé  , los había olvidado . En un santiamén , mi imaginación se encargó de debilitar mis escasos ánimos . ¿ Y si la charca  --- cuya profundidad desconicía - ocultaba algún animal ? Discutí conmigo mismo . Eso no era razonable  . ¿ Que clase de bestia podría sobrevivir en una ciénaga así ? Peores cosas cosas había visto . Claro que cabía también la posobilidad de que , en el extremo oculto del túnel .... Me autorrebatí sin miramientos . Eso no tenía mucho sentido . Si la galería  continuaba  , e incluso disponía  de una segunda entrada  , ¿ por qué suponer que allí , en algún oscuro e incierto nicho del subterráneo , tenía que haber una guarida de perros o animales asilvestrados ? Además - remaché con convicción -, ese o esos supuestos perros no habrían desaparecido bajo las aguas .
<<.... y sus alas te llevaran al guía . >>
¡ Maldita sea ! La curiosidad seguía minando mi sentido común . ¿ Qué había al otro lado de la cisterna  y del andamiaje  de sustentación del túnel ? Era menester aclararlo . Si retornaba a la superficie sin intentarlo , jamás me lo perdonaría . Y , lo que era peor , quizá perdiese la ocasión fr despejar el enigma .
¡ Al diablo con todo ! Aseguré la bolsa de las cámaras contra mi espalda , situando la correa en bandolera  y , pleno de coraje y de una insensata inconsciencia , salté la cerca .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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