Debí imaginarlo . Debí recordar lo sucedido en otras oportunidades . Aqyuel azul ara un aviso . Algo extraordinario estaba a punto de ocurrir ...
Jesús , entonces , se dirigió a las mijeres y rogo que si hicieran cargo del pequeño . Fue en esos instantes cuando me pareció ver en las sienes de Ajasdarpan unas giotas de sudor . Era un sudor de color azul , pero no me atrevo a asegurarlo al ciento por ciento .
Torpe de mí ...
Necesitba un tiempo para percatarme del especialisimo valor simbólico de aquel salmo sobre el rocío y del sudor azul . En realidad fue mi hermano , Eliseo , quien sabría interpretarlo . Pero ésa es otra historia ...
A partir de ese momento , todo transcurrió a gran velocidad .
Más o menos , este fue el orden , según recuerdo :
El Maestro se puso en pie . Recuperó la túnica blanca . se enfundó en ella y , sin mediar palabra , se alejó hacia el olivar con sus típicas zancadas . Recuerdo que me llamó la atención la lana de la túnica . Aparecía chamuscada en algunos puntos . y quien esto escribe , nuevamente desconcertado , no supo que hacer . Miré al capataz y ´´este , comprendiendo , me devolvió la sonrisa . El trabajo había terminado , al menos por aquel día . Y , confuso , me fui tras los pasos de Jesús de Nazaret . El Hombre -Dios se perdía ya entre los zayit , los corpulentos olivos de la colina que yo había bautizado como la << 800 >> , de acuerdo con su altitud .
Y a los pcos pasos empecé a oír gritos . me volví y contemplé otra extraña escena :las mujeres , los campesinos , el capataz , todos corrian en desorden y tropezando los unos con los otros . No terminaba de comprender .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Jesús , entonces , se dirigió a las mijeres y rogo que si hicieran cargo del pequeño . Fue en esos instantes cuando me pareció ver en las sienes de Ajasdarpan unas giotas de sudor . Era un sudor de color azul , pero no me atrevo a asegurarlo al ciento por ciento .
Torpe de mí ...
Necesitba un tiempo para percatarme del especialisimo valor simbólico de aquel salmo sobre el rocío y del sudor azul . En realidad fue mi hermano , Eliseo , quien sabría interpretarlo . Pero ésa es otra historia ...
A partir de ese momento , todo transcurrió a gran velocidad .
Más o menos , este fue el orden , según recuerdo :
El Maestro se puso en pie . Recuperó la túnica blanca . se enfundó en ella y , sin mediar palabra , se alejó hacia el olivar con sus típicas zancadas . Recuerdo que me llamó la atención la lana de la túnica . Aparecía chamuscada en algunos puntos . y quien esto escribe , nuevamente desconcertado , no supo que hacer . Miré al capataz y ´´este , comprendiendo , me devolvió la sonrisa . El trabajo había terminado , al menos por aquel día . Y , confuso , me fui tras los pasos de Jesús de Nazaret . El Hombre -Dios se perdía ya entre los zayit , los corpulentos olivos de la colina que yo había bautizado como la << 800 >> , de acuerdo con su altitud .
Y a los pcos pasos empecé a oír gritos . me volví y contemplé otra extraña escena :las mujeres , los campesinos , el capataz , todos corrian en desorden y tropezando los unos con los otros . No terminaba de comprender .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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