sábado, 17 de junio de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 9 - Tercera semana en Beit Ids ( 43 )

Al adentrarme en el olivar de la << 800 >> comprendí que el Maestro había desaparecido . No sabía cuáles eran sus intenciones . Sencillamente , lo había perdido , una vez más . Y dudé . ¿ Me dirigía a la cueva ? ¿ Se había trasladado el Galileo a la colina de la < < oscuridad >> , la << 778 >> ? Me dejé llevar por el instinto y tomé el camino de la cueva . Volví a equivocarme . ¿ O no ? Jesús no se encontraba en la caverna que nos servía de refigio . Y me senté al pie del camino , cerca del arco de piedra que preservaba la entrada de dicha cueva . Traté de tranquilizarme . Jesús regresaría . Quizá se hallaba en lo alto de la colina de los znun , la referida << 778 >> , en comunicación con su Padre , como hacía habitualmente . Y aquel súbito e incomprensible miedo , el que me había asaltado al ver al hombre de la sonrisa encantadora , se sentó a mi lado . ¿ Qué sucedía ? ¿ Por qué tanta confusión ? ¿ Por qué me negaba a aceptar lo que parecía evidente ? Y reaccioné como un perfecto estúpido : era un científico ... No podía aceptar que un ser agonizante , un gran quemado , volviera a la vida en cuestión de segundos o minutos . Porque de eso se trataba : de aceptar un milagro . Jesús había abrazado al niño , cierto , y lo mantuvo entre sus poderosos brazos , cierto , y todos presenciamos aquella singular luminosidad azul ... Pero no , me negué a admitir que Jesús hubiera hecho el prodigio . Lo más probable es que Ajasdarpan  se hallara en otra parte , Alguien en la confusión , pudo haberlo trasladado ... Pero , entonces , ¿ a qué obedecía el paánico de los felah ? ¿ Por qué el capataz no articuló palabra cuado lo interrogué ? Y lo más importante : ¿ quién era aquel niño que caminaba hacia la aldea de Beit Ids y de la mano del personaje de la sonrisa encantadora ? Me reproché la falta de valor . Tenía que haber alcanzado al hombre de dos metros de altura y despejado el misterio . Pero estaba donde estaba , y eso no podía cabiarlo...
Y sumido en estos tormentosos pensamientos , a eso de la hora nona ( tres de la tarde ) , vi llegar por el camino a uno de los sbed , uno de los esclavos negros de Yafé , el sheikah o jefe de los beduinos de Beit Ids . Preguntó por el Maestro . No supe darle razón . Y , decidido , me indicó que lo siguiera . Yafé el guapo , el hombre que nunca terminaba también deseaba interrogarme . Tune un presentimiento , y no me equivoqué , esta bez no . El Destino Sabia ...
Autor : J.J. Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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