David guardó silencio .
- ¿ Eso fue todo ?
Mi pregunta no gustó . Pero el Zebedeo , comprensivo , concluyó:
- Cuando medio nos repusimos del susto , algunos se levantaron y corrieron a abrazarle . Pero de esfumó.
Sirvieron el segundo plato: huevos cocidos con una apetitosa guarnición a base de habas crudas , muy tiernas , y unos bulbos y raíces del género de las estáquides .
El almuerzo se animó de nuevo y , entre bocado y bocado , fui planteando a David y a los diecinieve testigos restantes varios de los << detalles >> que me interesaban.
- Entonces , si decís que algunos de los presentes se levantaron e intentaron abrazarle es por que era de carne y hueso ...
El Zebedeo , sagaz , me recordó que él no había dicho semejante cosa . Y añadió :
- ... Era un hombre . Sus ropas eran como las nuestras . Pero ¿ pero quién puede sentenciar en verdad que tenía sangre y huesos como nosotros ?
Santiago debió leer mis pensamientos . E interviniendo enj el asunto , aclaró :
- Como sabes , yo también estaba presente cuando ocurrió . Y puedo asegurarte que aquel cuerpo no era como el humo o la nube que te describí...
- ¿ Se distinguía el patio a traves de dicho cuerpo ?
Los comensales se miraron entre sí . Todos estuvieron de acuerdo en que no .
- ¿ Alguien lo vio formarse poco a poco , como le sucedió a Santiago ?
Las respuestas fueron igualmente negativas . Cuando acertaron a descubrirla , la figura se hallaba completa , << como de un ser humano >> , insistieron.
- Naturalmente - señalé con segunda intención - , tampoco le reconocisteis ...
Al principio , David y los demás me miraron atónitos . Acto seguido rompieron a reir .
Interrogué al Zebedeo con la mirada . ¿ Qué era lo que les había causado tanta gracia ?
- Querido Jasón - me explicó David en tono benevolente -,
¿ crees que somos ciegos ?
- ¿ Cómo ? - repliqué alarmado -. Entonces....
- Por supuesto que le reconocimos . Era Él.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- ¿ Eso fue todo ?
Mi pregunta no gustó . Pero el Zebedeo , comprensivo , concluyó:
- Cuando medio nos repusimos del susto , algunos se levantaron y corrieron a abrazarle . Pero de esfumó.
Sirvieron el segundo plato: huevos cocidos con una apetitosa guarnición a base de habas crudas , muy tiernas , y unos bulbos y raíces del género de las estáquides .
El almuerzo se animó de nuevo y , entre bocado y bocado , fui planteando a David y a los diecinieve testigos restantes varios de los << detalles >> que me interesaban.
- Entonces , si decís que algunos de los presentes se levantaron e intentaron abrazarle es por que era de carne y hueso ...
El Zebedeo , sagaz , me recordó que él no había dicho semejante cosa . Y añadió :
- ... Era un hombre . Sus ropas eran como las nuestras . Pero ¿ pero quién puede sentenciar en verdad que tenía sangre y huesos como nosotros ?
Santiago debió leer mis pensamientos . E interviniendo enj el asunto , aclaró :
- Como sabes , yo también estaba presente cuando ocurrió . Y puedo asegurarte que aquel cuerpo no era como el humo o la nube que te describí...
- ¿ Se distinguía el patio a traves de dicho cuerpo ?
Los comensales se miraron entre sí . Todos estuvieron de acuerdo en que no .
- ¿ Alguien lo vio formarse poco a poco , como le sucedió a Santiago ?
Las respuestas fueron igualmente negativas . Cuando acertaron a descubrirla , la figura se hallaba completa , << como de un ser humano >> , insistieron.
- Naturalmente - señalé con segunda intención - , tampoco le reconocisteis ...
Al principio , David y los demás me miraron atónitos . Acto seguido rompieron a reir .
Interrogué al Zebedeo con la mirada . ¿ Qué era lo que les había causado tanta gracia ?
- Querido Jasón - me explicó David en tono benevolente -,
¿ crees que somos ciegos ?
- ¿ Cómo ? - repliqué alarmado -. Entonces....
- Por supuesto que le reconocimos . Era Él.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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