Pero eso no es todo . La sangre , en lugar de penetrar y empapar los hilos de la sábana , se había escurrido entre la trana , traspasando la tela . Al principio lo atribuimos a un proceso de fibrinolisis . ( La permanencia del Nazareno en la cruz secó buena parte de sus heridas , convirtiendo los puntos y chorros de sangre en coágulos . Las mallas de la fibrina actuaron como una especie de << muro >> , que sujetó los cargamentos de glóbulos rojos . Después , siempre como una posibilidad , esa fibrina pudo ser reblandecida a causa de la deshidratación del cadáver y de los álcalis derivados de la humedad amoniacal . )El doctor Barbet ya había escrito sobre este fenómeno , afirmando que , quizá , << en el hambiente húmedo de la cueva , la sangre seca experimentó un reblandecimiento , dando lugar a una pasta más o menos blanda , que terminó por impregnar el lino , originando unos calcos de gran nitidez . >> Pero esta hipótesis presentaba inconvenientes . Por ejemplo : la profusa hemorrajia ocasionada con motivo del descenso del madero y en el transporte del cuerpo hasta la tumba . En esta inevitable manipulación del cadáver , la sangre contenida en una de las cavas había aflorado por lam herida de la lanzada , corriendo por gravedad a todo lo ancho de la zona dorsal , a la altura de los riñones . Este reguerón no tuvo tiempo material de secarse al aire y , sin embargo , tampoco había empapado los hilos de la mortaja en un proceso normal de capalaridad . Todas las manchas de sangre examinadas por mi compañero eran superficiales . La explicación de la fibrinolisis no resultaba , por tanto , convincente . En resumen , no pudimos o no supimos esclarecer el fenómeno . A no ser , claro está , que guardase alguna relación con el también oscuro y complejo asunto de las << manchas doradas >> . Pero dejaré este apasionante capítulo para el final .
Fue la cruda realidad que teníamos ante nosotros - la misteriosa desaparición del cuerpo de Jesús - la que nos obligó a revisarlo todo y con extrema cautela . Incluida la sangre . Eramos conscientes de que aquellos coagulos habían pertenecido al Hombre de la Cruz pero , en ese afan por desentrañar el enigma , los sometimos también a las más variadas pruebas de laboratorio..
Casi 72 horas después del fallecimiento , la sangre de aquel lienzo presentaba un tipico color rojo oscuro . En algunas zonas había empezado a ennegrecerse . Eliseo tomó varias muestras , rascando los coagulos con una paleta de aluminio - debo recordar que no podíamos destruir el lienzo ni someterlo a maceración alguna , ni siquiera en agua , como hubiera sido lo aconsejable en una prueba de << cristales de Teichmann >> - y llevó a cabo los ensayos preliminares y concluyentes de sangre , las pruebas de identificación como muestra humana , de individualidad , grupo sanguíneo , sexo , etc.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Fue la cruda realidad que teníamos ante nosotros - la misteriosa desaparición del cuerpo de Jesús - la que nos obligó a revisarlo todo y con extrema cautela . Incluida la sangre . Eramos conscientes de que aquellos coagulos habían pertenecido al Hombre de la Cruz pero , en ese afan por desentrañar el enigma , los sometimos también a las más variadas pruebas de laboratorio..
Casi 72 horas después del fallecimiento , la sangre de aquel lienzo presentaba un tipico color rojo oscuro . En algunas zonas había empezado a ennegrecerse . Eliseo tomó varias muestras , rascando los coagulos con una paleta de aluminio - debo recordar que no podíamos destruir el lienzo ni someterlo a maceración alguna , ni siquiera en agua , como hubiera sido lo aconsejable en una prueba de << cristales de Teichmann >> - y llevó a cabo los ensayos preliminares y concluyentes de sangre , las pruebas de identificación como muestra humana , de individualidad , grupo sanguíneo , sexo , etc.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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