Observó los restos de mi hematoma oero , discretamente , no preguntó . Y en silencio cruzamos el patio cuadrangular de tan tristes recuerdos . Todo respiraba rutina . Los infantes libres de servicio , como en otras ocasiones , repasaban sus equipos . Algunos , bien con la simple y corta túnica roja de lana o abrigados con sus pesados capotes de campaña , jugaban a los dados sobre las losas de dura caliza grisácea . Esta vez no había caballos junto a la fuente de la diosa Roma . Al pasar al lado del mojón de piedra al que fue amarrado el Cristo , las imágenes de los azotes volvieron a mí , revolviéndome el estómago .
Al pie de la pulida escalinata de mármol blanco que llevaba al vestibulom y al despacho oval de Poncio , el centurión se cruzó con otro oficial . . Civilis golpeó amistosamente la coraza musculada de cuero con su inseparable uitis o vara de vid y el compañero se detuvo . En latín y con evidente contento le recordó que todo debía estar dispuesto para la marcha del día siguiente . Me alegré de la oportunidad de mi entrevista . Por lo visto - concluida la fiesta judía de la Pascua -, el procurador y las fuerzas que le acompañaban regresaban a Cesarea , sede del representante del César en aquella área de la provincia de Siria , a la que pertenecía Judea .
Me sorprendió no ver los centinelas junto a la puerta labrada del despacho del gobernador . Hasta ese momento había supuesto que nuestra reunión se desarrollaría en dicha estancia .
Civilis , al detectar mi despiste , me hizo un gesto . Y le seguí hacia el fondo del vestíbulo rectangular . Al llegar al muro de mármol chipriota que cerraba el lado derecho se situó frente a un singular adorno : un escorpión de bronce , de unos cuarenta centímetros de longitud , clavado a la pared por una gruesa barra cilíndrca de hierro que lo mantenía ligeramente separado de la superficie del muro . Representaba el octavo signo del Zodiaco : el del emperador Tiberio .
El oficial hizo presa en la erguida cola del brillante arácnido y tiró hacia abajo con fuerza .
El bloque de mármol rechinó y , admirado , vi cómo una parte del paño giraba sobre un oculto eje , dejando al descubierto una portezuela de un metro escaso de altura .
El oficial se dispuso a entrar . Me miró y , por toda aclaración : comentó
- Cosas del viejo Herodes ...
Y un negro túnel se presentó ante nosotros .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Al pie de la pulida escalinata de mármol blanco que llevaba al vestibulom y al despacho oval de Poncio , el centurión se cruzó con otro oficial . . Civilis golpeó amistosamente la coraza musculada de cuero con su inseparable uitis o vara de vid y el compañero se detuvo . En latín y con evidente contento le recordó que todo debía estar dispuesto para la marcha del día siguiente . Me alegré de la oportunidad de mi entrevista . Por lo visto - concluida la fiesta judía de la Pascua -, el procurador y las fuerzas que le acompañaban regresaban a Cesarea , sede del representante del César en aquella área de la provincia de Siria , a la que pertenecía Judea .
Me sorprendió no ver los centinelas junto a la puerta labrada del despacho del gobernador . Hasta ese momento había supuesto que nuestra reunión se desarrollaría en dicha estancia .
Civilis , al detectar mi despiste , me hizo un gesto . Y le seguí hacia el fondo del vestíbulo rectangular . Al llegar al muro de mármol chipriota que cerraba el lado derecho se situó frente a un singular adorno : un escorpión de bronce , de unos cuarenta centímetros de longitud , clavado a la pared por una gruesa barra cilíndrca de hierro que lo mantenía ligeramente separado de la superficie del muro . Representaba el octavo signo del Zodiaco : el del emperador Tiberio .
El oficial hizo presa en la erguida cola del brillante arácnido y tiró hacia abajo con fuerza .
El bloque de mármol rechinó y , admirado , vi cómo una parte del paño giraba sobre un oculto eje , dejando al descubierto una portezuela de un metro escaso de altura .
El oficial se dispuso a entrar . Me miró y , por toda aclaración : comentó
- Cosas del viejo Herodes ...
Y un negro túnel se presentó ante nosotros .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto