La aceptablememoria de la SEñora me permitió reconstruir lo esencial de dicho viaje .
El esposo , buen conocedor de los peligros que amenazaban a los viajeros , eligió la ruta más corta , aunque no la más cómoda : la del Jordán .
En su primer día llegaron hasta el monte Giloboa . Allí , a orillas del río , acamparon y pasaron la noche .
- Recuerdo que nuestros pensamientos y el tema constante de conversación - precisó Maria - era el hijo que estaba a punto de nacer . José seguía reprochándome mi locura . No le faltaba razón . No se qué hubiera sido de nosotros si el pequeño llega a presentarse al pie de aquella montaña ...
Al día siguiente , de madrugada , reanudaron la marcha . María se encontraba perfectamente . Almorzaron junto al monte Sartaba , que domina el valle del Jordán , y , al anochecer , entraron en la ciudad de Jericó . No tubieron problema pata encontrar una posada .
- Despues de la cena , José , otros peregrinos y yo hablamos de muchas cosas : de la odiosa ocupación romana , de Herodes , del empadronamiento y sus defastas consecuencias para el pueblo y hasta de la influencia de Jerusalén y Alejandría como centros de estudio y de cultura judíos.
El 20 de agosto , también al alba , atacaron la última etapa de su viaje . Avistaron Jerusalén hacia el mediodía y , despues de visitar el Templo , prosiguieron camino hacia el sur : a Belén .
- ¿ A qué hora llegasteis ?
- Poco antes del ocaso....
Aquella parte de la narración resultaría igualmente esclarecedora .
- La posada estaba al completo - continuó la Señora - y , como la noche se echaba encima , nos dirigimos a la casa de los parientes de mi marido . Fue imposible . Todas las habitaciones se hallaban igualmente ocupadas . Decepcionados y cansados , volvimos al albergue . No sabíamos que hacer . Allí nos informaron que , dada la gran afluencia de viajeros , habían decidido dasalojar los establos situados en el flanco de la peña , justo debajo de la posada ...
- ¿ Para qué servían esos establos ?
María me observó indecisa . Pero , comprendiendo que era extranjero , pasó por alto tan absurda pregunta .
- ¿ Para qué podían servir ? : para los animales de las caravanas y como almacén de grano .
- ¿ Y qué oasó ?
La Señora notó mi impaciencia .
- ¿ Por qué tienes tanto interés , Jasón ?
Esta vez respondí con la verdad .
- Me interesa todo ( absolutamente todo ) lo relacionado con el Maestro .
Autor J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
El esposo , buen conocedor de los peligros que amenazaban a los viajeros , eligió la ruta más corta , aunque no la más cómoda : la del Jordán .
En su primer día llegaron hasta el monte Giloboa . Allí , a orillas del río , acamparon y pasaron la noche .
- Recuerdo que nuestros pensamientos y el tema constante de conversación - precisó Maria - era el hijo que estaba a punto de nacer . José seguía reprochándome mi locura . No le faltaba razón . No se qué hubiera sido de nosotros si el pequeño llega a presentarse al pie de aquella montaña ...
Al día siguiente , de madrugada , reanudaron la marcha . María se encontraba perfectamente . Almorzaron junto al monte Sartaba , que domina el valle del Jordán , y , al anochecer , entraron en la ciudad de Jericó . No tubieron problema pata encontrar una posada .
- Despues de la cena , José , otros peregrinos y yo hablamos de muchas cosas : de la odiosa ocupación romana , de Herodes , del empadronamiento y sus defastas consecuencias para el pueblo y hasta de la influencia de Jerusalén y Alejandría como centros de estudio y de cultura judíos.
El 20 de agosto , también al alba , atacaron la última etapa de su viaje . Avistaron Jerusalén hacia el mediodía y , despues de visitar el Templo , prosiguieron camino hacia el sur : a Belén .
- ¿ A qué hora llegasteis ?
- Poco antes del ocaso....
Aquella parte de la narración resultaría igualmente esclarecedora .
- La posada estaba al completo - continuó la Señora - y , como la noche se echaba encima , nos dirigimos a la casa de los parientes de mi marido . Fue imposible . Todas las habitaciones se hallaban igualmente ocupadas . Decepcionados y cansados , volvimos al albergue . No sabíamos que hacer . Allí nos informaron que , dada la gran afluencia de viajeros , habían decidido dasalojar los establos situados en el flanco de la peña , justo debajo de la posada ...
- ¿ Para qué servían esos establos ?
María me observó indecisa . Pero , comprendiendo que era extranjero , pasó por alto tan absurda pregunta .
- ¿ Para qué podían servir ? : para los animales de las caravanas y como almacén de grano .
- ¿ Y qué oasó ?
La Señora notó mi impaciencia .
- ¿ Por qué tienes tanto interés , Jasón ?
Esta vez respondí con la verdad .
- Me interesa todo ( absolutamente todo ) lo relacionado con el Maestro .
Autor J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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