<< Fue imposible .. ¿ Cómo iba a pulsar los traductores de helio en semejante circustancias ? .. ¡ Todo fue tan inesperado y fulminante ! ... Ni siquiera sé dónde estaba el cayado ... Además , el miedo me paralizó... >>
Para qué seguir . Estaba claro que había fracasado . Y tomé buena nota ... para la siguiente ocasión . Pero ¿ habría una segunda oportunidad ?
Medio incorporado sobre el diván , reperé entonces en otro << detalle >> que casi había olvidado . Sí , allí seguía . Me levanté despacio y , tomando una de las lucernas de arcilla , caminé hasta la curvatura de la mesa . En el suelo , olvidadas , continuaban un par de copas de metal y una de las espadas . La memoria no podía engañarme . Aquellos objetos , después de entrechocar entre ellos , habían caído de la << U >> . Pero ¿ Como ? ¿ Los había golpeado alguien ? Levanté la vista , aproximando la luz a la penumbra que envolvía aquella zona de la cámara . Y traté de recordar . Yo me hallaba en el extremo izquierdo de la << U >> ( conpemplada siempre desde la puerta ) . El << ser >> se formó frente a la citada curvatura y a cosa de metro y medio o dos metros de dicho sector de la mesa : ¡ Curioso ! Los únicos objetos que se habían desplazado y caído sobre la mesa del piso eran los que se hallaban depositados en ese segmento de la << U >> . Otras dos copas - tembién metálicas - aparecían volcadas , en el filo mismo de la mesa . procuré no tocar nada . Y auxiliado por la lámpara de aceite fui recorriendo la totalidad de la << U >> . Las espadas y vasos del centro y de los extremos estaban en pie , tal y como las habíamos dejado antes de << aquello >>.
Y una idea - ¿ o fue un presentimiento ? - me devolvió las esperanzas . No todo parecía perdido ..
El Primitivo sistema de la moneda dio resultado . Al poco , al margen de un latente dolor de cabeza , me sentí en condiciones de reanudar mi trabajo . Los discçípulos dormitaban , agotados por tantas y tan intensas emociones . Las mujeres y José se habían retirado y , procurando no hacer demasiado ruido , le pedí a uno de los gemelos que desbloqueara la puerta . El aire y frescor de la noche me reanimaron definitivamente . El fuego del patio continuaba lamiendo el vacío caldero y , junto a las llamas , distinguí la fornida silueta de Simón Pedro .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Para qué seguir . Estaba claro que había fracasado . Y tomé buena nota ... para la siguiente ocasión . Pero ¿ habría una segunda oportunidad ?
Medio incorporado sobre el diván , reperé entonces en otro << detalle >> que casi había olvidado . Sí , allí seguía . Me levanté despacio y , tomando una de las lucernas de arcilla , caminé hasta la curvatura de la mesa . En el suelo , olvidadas , continuaban un par de copas de metal y una de las espadas . La memoria no podía engañarme . Aquellos objetos , después de entrechocar entre ellos , habían caído de la << U >> . Pero ¿ Como ? ¿ Los había golpeado alguien ? Levanté la vista , aproximando la luz a la penumbra que envolvía aquella zona de la cámara . Y traté de recordar . Yo me hallaba en el extremo izquierdo de la << U >> ( conpemplada siempre desde la puerta ) . El << ser >> se formó frente a la citada curvatura y a cosa de metro y medio o dos metros de dicho sector de la mesa : ¡ Curioso ! Los únicos objetos que se habían desplazado y caído sobre la mesa del piso eran los que se hallaban depositados en ese segmento de la << U >> . Otras dos copas - tembién metálicas - aparecían volcadas , en el filo mismo de la mesa . procuré no tocar nada . Y auxiliado por la lámpara de aceite fui recorriendo la totalidad de la << U >> . Las espadas y vasos del centro y de los extremos estaban en pie , tal y como las habíamos dejado antes de << aquello >>.
Y una idea - ¿ o fue un presentimiento ? - me devolvió las esperanzas . No todo parecía perdido ..
El Primitivo sistema de la moneda dio resultado . Al poco , al margen de un latente dolor de cabeza , me sentí en condiciones de reanudar mi trabajo . Los discçípulos dormitaban , agotados por tantas y tan intensas emociones . Las mujeres y José se habían retirado y , procurando no hacer demasiado ruido , le pedí a uno de los gemelos que desbloqueara la puerta . El aire y frescor de la noche me reanimaron definitivamente . El fuego del patio continuaba lamiendo el vacío caldero y , junto a las llamas , distinguí la fornida silueta de Simón Pedro .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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