Se hallaba en compañía del dueño de la casa y de Juan Marcos . Dialogaban en voz baja y con un envidiable reposo . No me atreví a interrumpir . Y deslizándome entre los jazmines , abrí la conxión auditiva . En el módulo no habia novedades . Mejor dicho , si que las había , pero eran de orden científico . Hablaré de ellas en su momento . Eliseo me confirmó la hora . Las diez y cuarenta y cinco . Eso significaba Eso significaba que había permanecido inconsciente durante treinta minutos , aproximadamente . Por supuesto , preferí ocultarle el << accidente >> de la pared y el todavía inexplicable fenómeno del ser de luz . Y previsoramente le rogué que me llamara al amanecer.
De pie , con la cabeza medio escondida entre el ramaje y pendiente de la transmisión , no me percaté de la sigilosa llegada de Juan Marcos . Tocó suavemente mi espalda y , al pronto , me sobresalté .
- ¿ Con quién hablas ? ¿ Qué idioma es ése ?
El muchacho debió de escuchar algunas de mis últimas palabras - ¡ en inglés ! - y , lógicamente , preguntó curioso y extrañado.
- Rezaba .... - repliqué un tanto pálido - . Siempre lo hago - improvisé - en un dialecto de mi tierra natal , Tesalónica .... Es una koiné que tú no conoces .
Aquel pequeño incidente nos sirvió igualmente de lección . Aunque mi hermano y yo solíamos dialogar en koiné o en arameo galalaico - fundamentalmente con el propoósito de practicar -, partir de entonces , tanto las conexiones auditivas como las conversaciones directas , dentro y fuera de la << cuna >> , fueron ejecutadas en los idiomas del tiempo y del lugar en que nos encontrábamos .
Antes de unirme a Simón Pedro y a Elías Marcos , el benjamín , algo sonrojado , me insinuó que él también tenía algo para mi . Le contemple intrigado . ¿ Qué se le habría ocurrido ahora ?
Y levantando hasta mis ojos un saquito de paño descolorido , lo hizo balancearse suavemente sobre el cordoncillo blanco e inmaculado que lo cerraba .
- ¿ Qué es ?
Algo soberano y secreto - respondió en tono misteriosos .
Esperé una explicación . Pero antes me indicó que me inclinara . Y al hacerlo , paso la lazada sobre mi cabeza . Y el saquete , de apenas cinco centímetros de longitud , quedó colgando sobre mi pecho.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
De pie , con la cabeza medio escondida entre el ramaje y pendiente de la transmisión , no me percaté de la sigilosa llegada de Juan Marcos . Tocó suavemente mi espalda y , al pronto , me sobresalté .
- ¿ Con quién hablas ? ¿ Qué idioma es ése ?
El muchacho debió de escuchar algunas de mis últimas palabras - ¡ en inglés ! - y , lógicamente , preguntó curioso y extrañado.
- Rezaba .... - repliqué un tanto pálido - . Siempre lo hago - improvisé - en un dialecto de mi tierra natal , Tesalónica .... Es una koiné que tú no conoces .
Aquel pequeño incidente nos sirvió igualmente de lección . Aunque mi hermano y yo solíamos dialogar en koiné o en arameo galalaico - fundamentalmente con el propoósito de practicar -, partir de entonces , tanto las conexiones auditivas como las conversaciones directas , dentro y fuera de la << cuna >> , fueron ejecutadas en los idiomas del tiempo y del lugar en que nos encontrábamos .
Antes de unirme a Simón Pedro y a Elías Marcos , el benjamín , algo sonrojado , me insinuó que él también tenía algo para mi . Le contemple intrigado . ¿ Qué se le habría ocurrido ahora ?
Y levantando hasta mis ojos un saquito de paño descolorido , lo hizo balancearse suavemente sobre el cordoncillo blanco e inmaculado que lo cerraba .
- ¿ Qué es ?
Algo soberano y secreto - respondió en tono misteriosos .
Esperé una explicación . Pero antes me indicó que me inclinara . Y al hacerlo , paso la lazada sobre mi cabeza . Y el saquete , de apenas cinco centímetros de longitud , quedó colgando sobre mi pecho.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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