Mi siguiente objetivo , como he dicho , era Betania . La hacienda de Lázaro . ¿ Por qué no aprovechar semejante oportunidad y evitar el riesgo de que se perdieran ?
Los tomé de nuevo entre mis manos y me alcé . Pero , en el último momento , mi sentido de la responsabilidad se impuso . Aún a riesgo de que llegaran a malograrse o , lo que era mucho peor , a perderse para siempre , no tenía derecho a interferir la flecha de la Historia . Y con arto sentimiento los deposité entre el ramaje , procurando - eso sí - que el fuerte viento no los arrastrase . Dispuse algunas gruesas piedras a su alrededor , camuflándolos bajo un mazizo de gamones , de olor tan nauseabundo que eclipsó por completo el del lino .
Y con el sol en ascenso sobre los cerros del Moab , deshice el camino , situándome en la cima del monte de las Aceitunas . Mi paso al sur del calvero donde se asentaba la nave fue aprovechado por mi compañero de aventuras y desventuras para recordarme que dedicaría aquélla y las jornadas siguientes a una mayor profundización en los datos recogidos en las investigaciones sobre el lienzo y que , aunque se encargaría de refrescar mi memoria , no debía olvidar mi nuevo ingreso en el módulo , previsto para el viernes , 14 . Los preparativos para la última etapa de la exploración eran sumamente complejos ...
- Por cierto - anunció al cerrar la conexión -, Santa Claus y yo hemos descubierto otra asombrosa coincidencia o << causalidad >> ( como tú llamas a estos asuntos ) , en relación al << nueve >> ...
Eliseo sabía de mi ardiente curiosidad y , divertido , me dejó con la miel en los labios . No consintió en adelantarme un ápice de lo encontrado por él y por el ordenador central . ( Despues me confesaría que el hallazgo había sido cosa de Santa Claus , única y exclusivamente . )
El << picotazo >> de Eliseo despertó mis recuerdos sobre sobre el curioso asunto del << nueve >> y la vida de Jesus de Nazaret y tales pensamientos y elucubraciones acortaron mi descenso porm la ladera oriental .
No podía comprender el porqué de aquella coincidencia . ¿ O no era tal ? Un << nueve >> marcaba el nacimiento del rabí . Otro nueve su propia esistencia y , de momento , un tercer << nueve >< , su muerte , resurrección y ascensión o desaparición de la Tierra : << 999 >> . ¡ Lastima no haber sido un experto en Cábala o en numerología para descifrar aquel enigma !
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Los tomé de nuevo entre mis manos y me alcé . Pero , en el último momento , mi sentido de la responsabilidad se impuso . Aún a riesgo de que llegaran a malograrse o , lo que era mucho peor , a perderse para siempre , no tenía derecho a interferir la flecha de la Historia . Y con arto sentimiento los deposité entre el ramaje , procurando - eso sí - que el fuerte viento no los arrastrase . Dispuse algunas gruesas piedras a su alrededor , camuflándolos bajo un mazizo de gamones , de olor tan nauseabundo que eclipsó por completo el del lino .
Y con el sol en ascenso sobre los cerros del Moab , deshice el camino , situándome en la cima del monte de las Aceitunas . Mi paso al sur del calvero donde se asentaba la nave fue aprovechado por mi compañero de aventuras y desventuras para recordarme que dedicaría aquélla y las jornadas siguientes a una mayor profundización en los datos recogidos en las investigaciones sobre el lienzo y que , aunque se encargaría de refrescar mi memoria , no debía olvidar mi nuevo ingreso en el módulo , previsto para el viernes , 14 . Los preparativos para la última etapa de la exploración eran sumamente complejos ...
- Por cierto - anunció al cerrar la conexión -, Santa Claus y yo hemos descubierto otra asombrosa coincidencia o << causalidad >> ( como tú llamas a estos asuntos ) , en relación al << nueve >> ...
Eliseo sabía de mi ardiente curiosidad y , divertido , me dejó con la miel en los labios . No consintió en adelantarme un ápice de lo encontrado por él y por el ordenador central . ( Despues me confesaría que el hallazgo había sido cosa de Santa Claus , única y exclusivamente . )
El << picotazo >> de Eliseo despertó mis recuerdos sobre sobre el curioso asunto del << nueve >> y la vida de Jesus de Nazaret y tales pensamientos y elucubraciones acortaron mi descenso porm la ladera oriental .
No podía comprender el porqué de aquella coincidencia . ¿ O no era tal ? Un << nueve >> marcaba el nacimiento del rabí . Otro nueve su propia esistencia y , de momento , un tercer << nueve >< , su muerte , resurrección y ascensión o desaparición de la Tierra : << 999 >> . ¡ Lastima no haber sido un experto en Cábala o en numerología para descifrar aquel enigma !
Autor : J.J.benitez
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