Ellos no podían saberlo entonces , pero ésa sería la segunda aparición de Jesús a los embajadores . Una aparición que , por supuesto , no pensaba perderme y de la que , gozosamente , íbamos a extraer algunas e insospechadas conclusiones . Por cierto , y aunque carezca de importacia , no logro entender por qué tres de los cuatro evangelistas no hicieron mención en sus escritos de esta novena y última aparición del Maestro en aquella histórica jornada del llamado << domingo de resurrección >> . Sólo Juan habla de ella y mezclando palabras y gestos del Hijo del Hombre , que corresponden a la referida segunda presencia en el cenáculo , con Tomás incluido . Pero no quiero precipitarme . Hablaré de esa aparición - ocurrida el domingo siguiente , 16 de abril - en el momento preciso y no será difícil advertir cómo fue igualmente << manipulada >> , incorporando frases que el Cristo jamás pronunció y que , en el tema de la confesión de los pecados , terminarían por cristalizar en otra << fórmula >> tan magica como falsa ....
La casa de Elías Marcos , aunque sobria , encerraba influencias helénicas y romanas , con detalles de un refinamiento que me sorprendieron.
Avanzada la madrugada decidimos retirarnos . Yo , la verdad , estaba agotado . Simón Pedro , que parecía transformado , se despidió de Elías y de mi con sendos besos de paz . El hombre no había olvidado mis palabras de consuelo y mi precaria revisión como << médico >>
Al principio , obsesionado con la idea de no ocasionar molestias , insinué a mi anfritión que podía descansar junto al rescoldo del hogar . Mi manto había servido ya en menesteres similares .Elías se enfadó . Y tirando de mí , refunfuñando ante las << locas ideas de aquel pagano >> , me obligó a entrar por la puerta por la que había visto aparecer y desaparecer a María en mi primera visita a la mansión.
Me encontré frente a un largo corredor , estrecho y alto , alumbrado en sus extremos por otros tantos candiles , colgados de los muros de ladrillo . Elías descolgó el situado junto a la entrada , invitándome a seguirle . A aquellas horas - debían de ser las tres de la madrugada , poco más o menos -, la residencia dormía apaciblemente .
Autor : J.J.,benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
La casa de Elías Marcos , aunque sobria , encerraba influencias helénicas y romanas , con detalles de un refinamiento que me sorprendieron.
Avanzada la madrugada decidimos retirarnos . Yo , la verdad , estaba agotado . Simón Pedro , que parecía transformado , se despidió de Elías y de mi con sendos besos de paz . El hombre no había olvidado mis palabras de consuelo y mi precaria revisión como << médico >>
Al principio , obsesionado con la idea de no ocasionar molestias , insinué a mi anfritión que podía descansar junto al rescoldo del hogar . Mi manto había servido ya en menesteres similares .Elías se enfadó . Y tirando de mí , refunfuñando ante las << locas ideas de aquel pagano >> , me obligó a entrar por la puerta por la que había visto aparecer y desaparecer a María en mi primera visita a la mansión.
Me encontré frente a un largo corredor , estrecho y alto , alumbrado en sus extremos por otros tantos candiles , colgados de los muros de ladrillo . Elías descolgó el situado junto a la entrada , invitándome a seguirle . A aquellas horas - debían de ser las tres de la madrugada , poco más o menos -, la residencia dormía apaciblemente .
Autor : J.J.,benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto