lunes, 8 de mayo de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 8 - 14 de enero , lunes ( 7 3 ))

Concluida la cena , el Maestro extendión una de las mantas sobre la paja y , alegre , tomó su petate y se dispuso a abrirlo .
Continué sentado y expectante . ¿ Se daría cuenta de la manipulación de las cuerdas ?
Supuse que se disponía a descansar . El día fue agotador , tanto física como mentalmente , al menos para este explorador . En un judío normal , lo obligado , antes de intentar conciliar el sueño , era entregarse a la sagrada ceremonia de la << plegaria >> : la Semoneh esreh , en la que alababan el poder de Yavé , solicitaban conocimiento , salud ,buenas cosechas , perdón y toda clase de negocios y , por último , exigían de Dios la destrucción de los ímpios y el pronto envío del Masías libertador . En total , como ya manifesté , el judío piadoso tenía la obligación de recitar las diecinueve plegarias tres veces al día ( en la mañana , a primera hora de la tarde , y al ocaso , o antes de dormir ).En el tiempo que me tocó vivir con el Hijo del Hombre , nunca le oí rezar las citadas Semoneh . Podía hacerse en silencio , pero la mayoría lo hacía en voz alta , declarando así su celo por Yavé . No sé si Jesús llegó a pronunciarlas alguna vez en voz baja , o para sí , pero conociendo su forma de pensar , dudo , sinceramente , que se sometiera a dicha obligación religiosa . Por eso no me extrañó que lo dispusiera todo para el necesario y reparador sueño .
Me equivoqué , de nuevo ...
El Maestro no pretendía dormir , de momento . Y fui testigo de otro ritual , nuevo para quien esto escribe . Después , a lo largo de la vida pública , volvería a presenciarlo muchas veces . Era simple . Encerraba un doble significado : la revisión de sus cosas , propiamente dicha , y la señal , inequívoca , de que pretendía permanecer en ese lugar , al menos durante un tiempo . En esos instantes , lógicamente , yo no lo sabía ...
Me miró , y agradeció mi silencio . Eso pensé . Después dudó . Quizá la mirada contenía otro significado . ¿ Sabía lo ocurrido ? ¿ Supo que había abierto el saco ?
Nunca lo declaró abiertamente , pero ...
Primero sopló sobre el nudo de Isis . Y al desanudarlo , exclamó :
- ¡ Soltemos las ataduras ! ... ¡ Es la hora ! Y lenta y ceremoniosamente , con la atención de un niño , fue extrayendo el contenido del petate .
Me sentí incómo . Era como si hubiera leído mis intenciones .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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