miércoles, 17 de mayo de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 8 - Primera semana en Beit Ids ( 28 )

Yla mirada , sin querer , voló hacia lo alto . El firmamento , esplédido , se hallaba casi al alcance de la mano . Lo disfruté . Ella estaba allí , quizá en la constelación de Leo , en Algieba , un sistema doble , como mim pensamiento :ella y yo . Una estrella amarilla , y otra anaranjada , como mi corazón . Amarillo por lo imposible , y naramja por la esperanza .
Ma ´ch y yo . Dos y ninguno ...
Y hacia la última vigilia de la noche - alrededor de las cuatro de la madrugada -, todo cambió nuevamente .
Los aullidos regresaron , y quien esto escribe descendió a la realidad , inquieto .
Se oían lejanos , como la primera vez , también en la dirección de la colina de la << oscuridad >> . Supuse que el fuego los hizo desistir de sus iniciales propósitos . ¿ Por eso se alejaron ?
Y la imagen de Jesús volvió a mi mente . ¿ Habría pernoctado en el peñazco de los znun . En realidad , eso poco importaba . Lo que me preocupaba es que los lobos rojos parecían menudear por la zona . Y me pregunté de nuevo : ¿ corría algún peligro el Hombre-Dios ?¿ Se hallaba sujeto , como el resto de losm humanos , alas contingencias naturales ? Me lo planteé alguna vez , pero ahora , al percibir el peligron , la duda fue más intensa .
Prometí averiguarlo , suponiendo que la noche terminara bien ...
Y concluyó , naturalmente , pero no como imaginaba .
Al poco , a los lamentos de los lobos se uió la furiosa protesta de los perros de Beit Ids y de los alrededores . Los ladridos , atropellados , delataban la cercanía de alguien extraño .
Me puse en pie y busqué en la oscuridad del bosque de los almendros .
Negativo .
El lío de lobos y perros se incrementó , e imaginé a los badu entre losm olivos , tan desconcertados como este explorador : ¿ Qué sucedía ? ¿ A que obedecía aquel escándalo ?
Ajusté las << crótalos >> y deslicé los edos hacia la parte superior del cayado . Y mi cerebro << tradujo >> los nuevos colores . El rojo de la hoguera se volvió azul , casi negro , y el blanco de los almendros se hizo plata , mezclada con un rojo sangre de las hojas
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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