Según el sheikh , jamás se había recuperado un solo objeto robado por la welieh de Beit Ids . Pero eso - insistió - no debía angustiarme . Él me compensaría , con la condición de que no la molestara ...
- ¿ Molestar a la welieh ? ¿ Es que puedo verla ?
- A veces ocurre , si ella lo quiere , y si tú estás ...
¡ Qué defícil resultaba acostumbrarse a la conversación con el jeque de Beit Ids ! Pero no tuve más remedio que que aprender a interpretar sus inconclusas frases . Días más tarde , cuando gané su confianza , supe el porqué de esta aparente , absurda mania. En cierto modo , le asistía la razón...
Entendí que podiía ver al genio , si me hallaba en el lugar indicado . Y me prometí que lo intentaría . Tenía que recuperar el cilindro .
Y el Destino se burló de mis secretos pensamientos .
¿ En qué pensaba ? ¿ Ver a un fantasma ?
El esclavo negro sirvió otro kafia , espeso , hirviente y oscuro como el futuro del cilindro de acero .
Tuve una idea . . Resultaba sospechoso que los robos hubieran empezado , justamente , la noche de nuestra llegada a la cueva . ¿ Estaba el sheikh compinchado con el ladrón ? ¿ Intentaban atemorizarnos y provocar la marcha de Beit Ids ? En otras circunstancias , árabe , judío o gentil , ante la noticia de una welieh merodeando por los alrededores , no lo habría pensado dos veces . Lo normal es que hubiera << cortado la sal >> , alejándose de la zona .¿ Era esto lo que buscaba el hombre que nunca terminaba las frases ? El instinto dijo que no . Aquella mirada verde y gris no era la de un chiquilicuatro . Pero me arriesgué ...
Apuré la taza , y la situación
- ¿ Podría negociar ?
Y aclaré , naturalmente :
- ¿ Podría llegar a un acuerdo ... con la welieh ?
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- ¿ Molestar a la welieh ? ¿ Es que puedo verla ?
- A veces ocurre , si ella lo quiere , y si tú estás ...
¡ Qué defícil resultaba acostumbrarse a la conversación con el jeque de Beit Ids ! Pero no tuve más remedio que que aprender a interpretar sus inconclusas frases . Días más tarde , cuando gané su confianza , supe el porqué de esta aparente , absurda mania. En cierto modo , le asistía la razón...
Entendí que podiía ver al genio , si me hallaba en el lugar indicado . Y me prometí que lo intentaría . Tenía que recuperar el cilindro .
Y el Destino se burló de mis secretos pensamientos .
¿ En qué pensaba ? ¿ Ver a un fantasma ?
El esclavo negro sirvió otro kafia , espeso , hirviente y oscuro como el futuro del cilindro de acero .
Tuve una idea . . Resultaba sospechoso que los robos hubieran empezado , justamente , la noche de nuestra llegada a la cueva . ¿ Estaba el sheikh compinchado con el ladrón ? ¿ Intentaban atemorizarnos y provocar la marcha de Beit Ids ? En otras circunstancias , árabe , judío o gentil , ante la noticia de una welieh merodeando por los alrededores , no lo habría pensado dos veces . Lo normal es que hubiera << cortado la sal >> , alejándose de la zona .¿ Era esto lo que buscaba el hombre que nunca terminaba las frases ? El instinto dijo que no . Aquella mirada verde y gris no era la de un chiquilicuatro . Pero me arriesgué ...
Apuré la taza , y la situación
- ¿ Podría negociar ?
Y aclaré , naturalmente :
- ¿ Podría llegar a un acuerdo ... con la welieh ?
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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