El abed preparó un fuego . No se atrevió a levantar la mirada . No habló una palabra . Se limito a soplar , y a fortalecer las llamas .
El hombre de las vestiduras blancas prosiguió obsevándome con curiosidad , pero permaneció mudo .
Acto seguido , por la misma puerta , apareció un segundo sirviente . Cargaba una tetera de bronce , ennegrecida por el hollín . Era otra manifestación de la hospitalidad del sheikh de Beit ids : cuanto más tiznada , mas evidente resultaba su generosidad ...
Comprendí . Debería formular mis preguntas cuando hubiera concluido la sagrada ceremonia del té . Así era el ritual . Despues llegarían las preguntas - iniciadas por el anfitrión - y las noticias . Sólo las buenas ...
Durante la Operación Salomón , en los desiertos del sur , Eliseo y yo tuvimos la oportunidad de probar el té negro , fermentado , muy adecuado para frenar el proceso oxidativo que padecíamos . Los beduinos lo tomaban a todas horas . Era una forma de iniciar el contacto con los extraños , y con los propios nómadas . Esta vez , sin embargo , no sería el acostumbrado té lo que serviría el sheikh de los ojos verdes ...
El criado depositó el recipiente sobre el tímido fuego , y dio un paso atrás . Inclinó levemente la cabeza y fijó los ojos en la tapa de la tetera . La oreja derecha presentaba una enorme perforación , a la altura del lóbulo . Deduje que era judío . Dias después , cuando gané la confianza del jeque , lo confirmé . Era el único esclavo judío de Beit Ids . Mejor dicho , el único judío de toda la zona . Llevaba muchos años al servicio del sheikh . Tenía familia en Beit Ids . Sus dos esposas eran badu , y también la numerosa prole . Tiempo atrás , antes de que se cumpliera el plazo legal de seis años , el judío renunció a su libertad , y el jeque , de acuerdo con la tradición , perforó el lóbulo de la oreja derecha . Así lo establecia la religión judía . Y el esclavo se convirtió , voluntariamente , en un siervo a perpetuidad . El gesto decía mucho a favor del amo , sobre todo si se trataba de un beduino ... Conviene ser sincero . La mayor parte de los badu era mentirosa , ladroba , déspota y descofiada . El sheikh que tenía delante era una excepción ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
El hombre de las vestiduras blancas prosiguió obsevándome con curiosidad , pero permaneció mudo .
Acto seguido , por la misma puerta , apareció un segundo sirviente . Cargaba una tetera de bronce , ennegrecida por el hollín . Era otra manifestación de la hospitalidad del sheikh de Beit ids : cuanto más tiznada , mas evidente resultaba su generosidad ...
Comprendí . Debería formular mis preguntas cuando hubiera concluido la sagrada ceremonia del té . Así era el ritual . Despues llegarían las preguntas - iniciadas por el anfitrión - y las noticias . Sólo las buenas ...
Durante la Operación Salomón , en los desiertos del sur , Eliseo y yo tuvimos la oportunidad de probar el té negro , fermentado , muy adecuado para frenar el proceso oxidativo que padecíamos . Los beduinos lo tomaban a todas horas . Era una forma de iniciar el contacto con los extraños , y con los propios nómadas . Esta vez , sin embargo , no sería el acostumbrado té lo que serviría el sheikh de los ojos verdes ...
El criado depositó el recipiente sobre el tímido fuego , y dio un paso atrás . Inclinó levemente la cabeza y fijó los ojos en la tapa de la tetera . La oreja derecha presentaba una enorme perforación , a la altura del lóbulo . Deduje que era judío . Dias después , cuando gané la confianza del jeque , lo confirmé . Era el único esclavo judío de Beit Ids . Mejor dicho , el único judío de toda la zona . Llevaba muchos años al servicio del sheikh . Tenía familia en Beit Ids . Sus dos esposas eran badu , y también la numerosa prole . Tiempo atrás , antes de que se cumpliera el plazo legal de seis años , el judío renunció a su libertad , y el jeque , de acuerdo con la tradición , perforó el lóbulo de la oreja derecha . Así lo establecia la religión judía . Y el esclavo se convirtió , voluntariamente , en un siervo a perpetuidad . El gesto decía mucho a favor del amo , sobre todo si se trataba de un beduino ... Conviene ser sincero . La mayor parte de los badu era mentirosa , ladroba , déspota y descofiada . El sheikh que tenía delante era una excepción ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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