Lo observé con atención , y disfruté de la imagen . Se hallaba tumbado en el interior de uno de los alveolos que formaban la piedra . Era increíble . Podía dormir en cualquier parte . Poco importaba que fuera una roca ...
Extendí la mano , con la intención de despertarlo , pero me detuve . Regresé al precipicio , me hice con la cesta de la comida y volví frente a la oquedad . Y allí me senté , y lo contemplé a placer , como pocas veces lo hice .
El Maestro dormía profundamente . ¿ Cuánto llevaba allí ? Ni idea ...
Vestía la túnica roja , y se cubría con el manto color vino . El ropón tapaba parte de la cabeza . Dormía sobre el costado derecho , su postura habitual , con la pierna del mismo lado extendida totalmente , y la izquierda , ligeramente flexionada . El brazo derecho ocultaba parte del rostro , mientras la mano descansaba sobre la región del hombro y del omóplato izquierdo . La respiración era dócil y pausada . Loa ojos se movían bajo los párpados . Se hallaba en plena ensoñación . Y me pregunté :
¿ cómo son los sueños de un Hombre -Dios ?
Las suelas de las sandalias aparecían casi blancas . Era la concreción propia de la arenisca sobre la que nos encontrábamos : fundamentalmente , calcita y aragonito . Eso significaba que llevaba tiempo en la colina . Pero ¿ por qué ? ¿ Qué tenía de particular el monte de la << oscuridad >> ? ¿ Por qué nos habíamos detenido en Beit Ids ?
Y así permanecí largo rato , velando el sueño de un Dios . Nunca estaré lo suficientemente agradecido ...
Y hacia las ocho de la mañana percibí una suave brisa .
El cielo continuaba azul , sin asomo de nubes . Cubrí los pies del Maestro con las mantas y decidí echar un vistazo a los alrededores . Mi amigo seguía dormido , y entendí que no debía interrumpir el sueño . Yo sólo era un observador . En realidad , << oficialmente >> , ni siquiera estaba allí ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Extendí la mano , con la intención de despertarlo , pero me detuve . Regresé al precipicio , me hice con la cesta de la comida y volví frente a la oquedad . Y allí me senté , y lo contemplé a placer , como pocas veces lo hice .
El Maestro dormía profundamente . ¿ Cuánto llevaba allí ? Ni idea ...
Vestía la túnica roja , y se cubría con el manto color vino . El ropón tapaba parte de la cabeza . Dormía sobre el costado derecho , su postura habitual , con la pierna del mismo lado extendida totalmente , y la izquierda , ligeramente flexionada . El brazo derecho ocultaba parte del rostro , mientras la mano descansaba sobre la región del hombro y del omóplato izquierdo . La respiración era dócil y pausada . Loa ojos se movían bajo los párpados . Se hallaba en plena ensoñación . Y me pregunté :
¿ cómo son los sueños de un Hombre -Dios ?
Las suelas de las sandalias aparecían casi blancas . Era la concreción propia de la arenisca sobre la que nos encontrábamos : fundamentalmente , calcita y aragonito . Eso significaba que llevaba tiempo en la colina . Pero ¿ por qué ? ¿ Qué tenía de particular el monte de la << oscuridad >> ? ¿ Por qué nos habíamos detenido en Beit Ids ?
Y así permanecí largo rato , velando el sueño de un Dios . Nunca estaré lo suficientemente agradecido ...
Y hacia las ocho de la mañana percibí una suave brisa .
El cielo continuaba azul , sin asomo de nubes . Cubrí los pies del Maestro con las mantas y decidí echar un vistazo a los alrededores . Mi amigo seguía dormido , y entendí que no debía interrumpir el sueño . Yo sólo era un observador . En realidad , << oficialmente >> , ni siquiera estaba allí ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto