Eran de estatura mediana ( alrededor de 60 centímetros ) , con las extremidades altas , musculosas , las colas largas , ahora ligeramente alzadas , y ci¡ubiertas de mechas sedosas . Unos presentaban un color isabelino , brillante como una perla . El otro era tricolor : blanco , negro y fuego.
Avanzaron de nuevo , y me preparé ...
Si atacaban , lo harían de inmediato .
Tentado estuve de detener la marcha y echar mano de las << crótalos >> , pero no quise arriesgarb . la sencilla operación de extraer las lentes de contacto , que facilitaban la visión de los ultrasonidos , me hubiera distraído durante algunos segundos . Los saluky son perros muy inteligentes . No debía descuidarme . Y continié , atento a la posición de las colas .
Las mujeres y los niños , pendientes de los galgos , guardaron silencio .
Tragué saliva y fijé la mirada en los ojos de los saluki. Eran ovalados y de un lugero color avellana . No me perdían de vista .
Y las largas orejas , cubiertas de pelo sedoso , retrocedieron súbitamente . Comprendí : era una de las señales de sumisión . Y las colas descendieron igualmente . Entonces iniciaron una carreara y me rodearon . Al principio jugaron con quien esto scribe . Después , uno de ellos , el de color perla , más afable y dispuesto , saltó sobre mí , colocando las patas en mi pecho . Y me recibió con todos los honores : a lenguetadas . Lo acaricié , aliviado . Los saluky no supieron lo cerca que estuvieron de ser derribados ...
El gesto de los perros , aceptando al barrámi , fue decisivo . Las beduinas y los niños se retiraron y , al poco me vi frente al hombre de las vestiduras blancas .
No era el Galileo , por supuesto .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Avanzaron de nuevo , y me preparé ...
Si atacaban , lo harían de inmediato .
Tentado estuve de detener la marcha y echar mano de las << crótalos >> , pero no quise arriesgarb . la sencilla operación de extraer las lentes de contacto , que facilitaban la visión de los ultrasonidos , me hubiera distraído durante algunos segundos . Los saluky son perros muy inteligentes . No debía descuidarme . Y continié , atento a la posición de las colas .
Las mujeres y los niños , pendientes de los galgos , guardaron silencio .
Tragué saliva y fijé la mirada en los ojos de los saluki. Eran ovalados y de un lugero color avellana . No me perdían de vista .
Y las largas orejas , cubiertas de pelo sedoso , retrocedieron súbitamente . Comprendí : era una de las señales de sumisión . Y las colas descendieron igualmente . Entonces iniciaron una carreara y me rodearon . Al principio jugaron con quien esto scribe . Después , uno de ellos , el de color perla , más afable y dispuesto , saltó sobre mí , colocando las patas en mi pecho . Y me recibió con todos los honores : a lenguetadas . Lo acaricié , aliviado . Los saluky no supieron lo cerca que estuvieron de ser derribados ...
El gesto de los perros , aceptando al barrámi , fue decisivo . Las beduinas y los niños se retiraron y , al poco me vi frente al hombre de las vestiduras blancas .
No era el Galileo , por supuesto .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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