Examiné el suelo , y el petate , y llegué a una conclusión :el ladrón no llegó a descolgarlo . La miniobra fue ejecutada desde lo alto de la viga central . El tejido que formaba el saco no presentaba restos de tierra seca y esponjosa que alfombraba la gruta . Fue izado y abierto . Después , con el cilindro en poder del ladrón , el petate fue colgado de nuevo del mismo clavo del que pendía . El intruso no dejó huellas . Sólo se movió sobre la madera de roble . Pero ¿ entró y desapareció ? Y los pensamientos corrieron hacia un mismo lugar : las << chimeneas >> que había medio inspeccionado , y que se habrían en el extremo izquierdo de la caverna . Por allí fluía el aire . Tenían que desembocar en el exterior . Quizá el ladrón escapó por uno de los misteriosos conductos .
Me aproximé a las bocas de los << tubos >> , pero tampoco vi rastros de o huellas . La distancia al punto más cercano de la viga sumaba casi siete metros , en línea recta . ¿ Cómo salvó ese espació ? ¿ Se trataba de un murciélago gigante ? Rechacé la idea . No tenía conocimiento de esta clase de mamíferos quirópteros en Israel . En aquel tiempo se contabilizaban más de cien especies , todas insectívoras , pero ninguna superaba los veinte o veintitrés centímetros de envergadura . Además , no conozco ningún murciélago con semejantes habilidades ...
Y el recuerdo de la welieh me intranquilizó . ¿ Qué era ese genio , exactamente ?
Cabía otra posibilidad . El << ladrón >> quizá alcanzó la viga central con la ayuda del techo . Me eché a temblar . Eso era peor que la idea del vampiro ... Sólo una serpiente hubiera sido capaz de reptar por la bóveda y deslizaese por la madera . Pero ¿ qué clase de ofidio sería capaz de izar un saco , abrirlo y llevarse un cilindro de acero de 18 por 9 centímetros ? Eso era igualmente ridículo ...
Introduje una de las antorchas en las << chimeneas >> , pero no acerté a distinguir nada anormal . ¿ No acerté o no quise ver ? La verdad es que el nerviosismo empezó a ganar la partida y , prudentemente , me retiré de la caverna . Seguiría con el plan previsto . Acudiria al poblado e interrogaría al sheikh .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Me aproximé a las bocas de los << tubos >> , pero tampoco vi rastros de o huellas . La distancia al punto más cercano de la viga sumaba casi siete metros , en línea recta . ¿ Cómo salvó ese espació ? ¿ Se trataba de un murciélago gigante ? Rechacé la idea . No tenía conocimiento de esta clase de mamíferos quirópteros en Israel . En aquel tiempo se contabilizaban más de cien especies , todas insectívoras , pero ninguna superaba los veinte o veintitrés centímetros de envergadura . Además , no conozco ningún murciélago con semejantes habilidades ...
Y el recuerdo de la welieh me intranquilizó . ¿ Qué era ese genio , exactamente ?
Cabía otra posibilidad . El << ladrón >> quizá alcanzó la viga central con la ayuda del techo . Me eché a temblar . Eso era peor que la idea del vampiro ... Sólo una serpiente hubiera sido capaz de reptar por la bóveda y deslizaese por la madera . Pero ¿ qué clase de ofidio sería capaz de izar un saco , abrirlo y llevarse un cilindro de acero de 18 por 9 centímetros ? Eso era igualmente ridículo ...
Introduje una de las antorchas en las << chimeneas >> , pero no acerté a distinguir nada anormal . ¿ No acerté o no quise ver ? La verdad es que el nerviosismo empezó a ganar la partida y , prudentemente , me retiré de la caverna . Seguiría con el plan previsto . Acudiria al poblado e interrogaría al sheikh .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto