El tiempo apremiaba , pero , aunque uno de mis << trabajos >> obligados en aquella jornada consistía en la recuperación del micrófono que había servido para la transmisión de la << última cena >> , la información de la Magdalena sobre las intenciones del jefe de los emisarios me puso en alerta . Aquello tampoco figuraba en los mrextos de los evangelistas . Y pensé que quizá fuera útil e interesante estar presente en dicha reunión de los << correos >> . Después de todo , las siguientes y supuestas apariciones del Cristo - siempre según los Evangelios . no deberían producirse hasta el atardecer . Lo planeado por Caballo de Troya era tan sencillo como problematico . Si fracasaba en las primeras manifestaciones del resucitado - como así había sido - , debería dirigir mis esfuerzos a la localización de los discípulos que menciona Lucas y que , según este relato , habitaban en un pueblo llamado Emaús , a unos sesenta estadios de la Ciudad Santa . Si el empeño volvía a naufragar , la operación había fijado mi inexcusable presencia en el que parecía el último acontecimiento << prodigioso >> de aquel domingo : la aparición en el cenáculo . En caso de fracaso , tenía por delante otras oportunidades : la que menciona Juan , << ocho días despues y con la presencia de Tomás >> . o los intrigantes sucesos de la Galilea . Pero estos últimos acontecimientos - que constituían nuestra fase final - quedaban aún muy lejos . De momento , como digo , mi preocupación se centraba en los discípulos de Emaús . Y antes de partir hacia la casa de Nicodemo , simulando un especial interes por las mimbreras que , al parecer , crecían el la Ammaus que cita Flavio Josefo , hice algunas discretas preguntas entre los sirvientes de Elías Marcos , enfocándolas fundamentalmente en el sentido que me preocupaba : la búsqueda e identificación de << alguien >> próximo al grupo de fieles del Nazareno , que viviera en dicha aldea y que pudiera auxiliarma en el falso cometido de la compra de mimbre .Como comerciante no tenía nada de extraño que hubiera puesto mis ojos en el lucrativo negocio de las referidas mimbreras . Me estaba terminantemente prohibido hacer la la menor alusión sobre la supuesta aparición en el camino hacia Ammaus o Emaús y , consecuentemente , debía practicar mis pesquisas con un celo exquisito .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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