Y los tres hombres , devorados por la curiosidad , nos lanzamos a un tiempo y con tan mala fortuna que nuestras cabezas fueron a topar las unas con las otras . El solemne y colectivo encontronazo provocó la hilaridad de las mujeres y , a renglón seguido , la de los aturdidos y torpes varones .
Al comprobar el contenido de la escudilla quedé perplejo . Era la primera vez que lo veía en nuestra aventura palestina . Y al interrogar a María se limitó a recordarme << que Nazaret no era el fin del mundo >> . Acto seguido fue sirviendo las correspondientes raciones . Al recibir la mía , incrédulo , la tanteé con la cuchara . Y Jacobo , soltando una carcajada , me recordó que << aquello >> no se comía como yo pretendía . Y proporcionandome uno de los << redondeles >> , me invitó a degustarla con el socorro del pan . El manjar no era otra cosa que una humilde fritada de huevos batidos : una tortilla . Hoy no hubiera supuesto sorpresa alguna para nadie . En aquel tiempo causaba furor entre los gastrónomos y las clases populares . El << invento >> , al parecer de origen romano ( aunque las malas lenguas aseguraban que Apicius , << padre de la criatura >> , lo había copiado de los iberos ), resultó tan socorrido , sabroso y nutritivo que se propagó como el viento por todo el imperio . Y María , tan atenta como cualquiera a las modas , quiso sorprenderme con lo << último >> en cocina . Y a fe mía que lo consiguió . Y de esta forma , el amartgo sabor de las << primas >> del saltamontes fue discretamente conjurado .
- Y bien - caí de nuevo sobre la Señora , que asistía complacida a su éxito culinario -, ¿ qué dijo Rebeca ?
- ¡ Ay , Jasón ! ... Déjame respirar .
Pero su afan por rememorar aquellos años era tan intenso como el mío .
-... Sabía escuchar . En eso se parecía a Jesús . Y cuando hube terminado me miró fijamente . Después se echó a llorar ...
- Y mi madre - terció Mirian con una media sonrisa - creyó que había ganado la batalla .
La Señora , que tenía respuesta para todo y para todos , no se arrugó .
- ¡ Niña deslenguada ! Es posible que perdiera aquella batalla , pero no la guerra ...
- ¿ Qué insinúas ?
- Rebeca era sincera - Aclaró María y dura de pelar ... Se emocionó ante mis explicaciones . Pero , concluido el llanto , nos dejó de piedra . ¿ Sabes cuáles eran sus pensamientos ? ¡ Lástima de mujer ! ... - Aguardé sin poder imaginar la conclusión - .. << Ahora más que nunca ( nos comunicó desde nel fondo de su amor ) estoy decidida a correr su misma suerte . Si él me aceptara seré la esposa de un jefe nacional . Y compartiré su carga . No hay más que hablar . >>
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Al comprobar el contenido de la escudilla quedé perplejo . Era la primera vez que lo veía en nuestra aventura palestina . Y al interrogar a María se limitó a recordarme << que Nazaret no era el fin del mundo >> . Acto seguido fue sirviendo las correspondientes raciones . Al recibir la mía , incrédulo , la tanteé con la cuchara . Y Jacobo , soltando una carcajada , me recordó que << aquello >> no se comía como yo pretendía . Y proporcionandome uno de los << redondeles >> , me invitó a degustarla con el socorro del pan . El manjar no era otra cosa que una humilde fritada de huevos batidos : una tortilla . Hoy no hubiera supuesto sorpresa alguna para nadie . En aquel tiempo causaba furor entre los gastrónomos y las clases populares . El << invento >> , al parecer de origen romano ( aunque las malas lenguas aseguraban que Apicius , << padre de la criatura >> , lo había copiado de los iberos ), resultó tan socorrido , sabroso y nutritivo que se propagó como el viento por todo el imperio . Y María , tan atenta como cualquiera a las modas , quiso sorprenderme con lo << último >> en cocina . Y a fe mía que lo consiguió . Y de esta forma , el amartgo sabor de las << primas >> del saltamontes fue discretamente conjurado .
- Y bien - caí de nuevo sobre la Señora , que asistía complacida a su éxito culinario -, ¿ qué dijo Rebeca ?
- ¡ Ay , Jasón ! ... Déjame respirar .
Pero su afan por rememorar aquellos años era tan intenso como el mío .
-... Sabía escuchar . En eso se parecía a Jesús . Y cuando hube terminado me miró fijamente . Después se echó a llorar ...
- Y mi madre - terció Mirian con una media sonrisa - creyó que había ganado la batalla .
La Señora , que tenía respuesta para todo y para todos , no se arrugó .
- ¡ Niña deslenguada ! Es posible que perdiera aquella batalla , pero no la guerra ...
- ¿ Qué insinúas ?
- Rebeca era sincera - Aclaró María y dura de pelar ... Se emocionó ante mis explicaciones . Pero , concluido el llanto , nos dejó de piedra . ¿ Sabes cuáles eran sus pensamientos ? ¡ Lástima de mujer ! ... - Aguardé sin poder imaginar la conclusión - .. << Ahora más que nunca ( nos comunicó desde nel fondo de su amor ) estoy decidida a correr su misma suerte . Si él me aceptara seré la esposa de un jefe nacional . Y compartiré su carga . No hay más que hablar . >>
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto