Al traspasar el umbral , el rústico exterior de la vivienda desapareció . Cruzamos un pequeño hall, todo él revestido en piedra travertina y , falsamente reverencioso , el miserable jefe del consejo me franqueó el paso a una segunda sala , sin ventanas , en la que se respiraba un penetrante perfume a incienso . Atento a mis movimientos se mostró satisfecho ante el asombro que pintaba mi rostro . La decoración daba cumplida cuenta de su desmedido amor por el lujom . Resultaba poco menos que inconcebible que en una aldea de tan modestas gentes y pretensiones pudiera alzarse una vivienda que , a no dudar , habría sido la envidia del mismísimo procurador . Las paredes , del suelo a la techumbre , aparecían forradas en bronce . Y en el centro geométrico de cada una de ellas , incrustados en las planchas , brillaban sendos candelabros sagrados de medio metro de altura , trabajados en una especial piedra de Capadocia ( algo similar al cristal de cuarzo ) . La transpariencia de los siete brazos de cada memorah era tal que , incluso sin ventanas , destellaban como diamantes . Dos enormes lucernas en forma de media luna y en un delicado y repujado en hierro colgaban de las vigas de la techumbre , cubriendo la estancia de una luz dorada . Suspendidas aproximadamente a la altura de mi cabeza ( algo menos de 1,80 m) , las lámparas quemaban las mechas por sendos << cuernos >> , dejando escapar los hilos de incienso por el centro . El piso , deliciosamente fresco bajo mis pies descalzos , se hallaba armado con losas de << brecia >> egipcia - el codiciado alabastro de color miel - , transportaba desde el Dshébel Urakan. Y en mitad de la << sala de estar >> , otra joya cuyo exorbitante precio sólo podía estar al alcance de aquel corrompido representante de la ley : una mesa de casi metro y medio de diámetro y poco más de cuarenta centímetros de altura , fabricada con láminas circulares de limonero .( Entre los romanos estos muebles alcanzaban cotizaciones millonarias . Se cuenta , por ejemplo , que Cicerón poseía una de estas mesas , valorada en quinientol mil sestercios ) Las patas , de marfil , había sido guarnecidas con aplicaciones de concha y pequeñas lágrimas de oro y plata .
Y replicando a mis pensamientos , comentó devorado por la soberbia :
- Dios , bendito sea , otorga poder y gloria a quien lo busca .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Y replicando a mis pensamientos , comentó devorado por la soberbia :
- Dios , bendito sea , otorga poder y gloria a quien lo busca .
Autor : J.J.Benitez
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Antonio Martinez
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