Y Santiago , inexplicablemente para mi , detuvo la narración . Apuró el vino y por espacio de un largo minuto permaneció con los ojos bajos , como si un pesado fardo acabara de aplastarle contra la mesa de piedra . Interrogué a Jacobo con la mirada . El Cuñado me hizo un casi imperceptible gesto , recomendándome calma . Y con pulso firme y templado llenó el cuenco del abatido galileo . Alertando por el borboteo del vino alzó los ojos agradeciendo nuestro prudencial silencio . Y al fin , reduciendo el tono de la voz , Jacobo le interrogó en los siguientes términos :
- ¿ Deseas hablar de Amós ?
Negó con la cabeza .
- Está bien . Si me autorizas , yo puedo continuar .
Santiago dudó . Pero , al reparar en mi transparente y limpia expectación , entornó los ojos , asintiendo . Puso una condición . Que su madre no escuchara el relato . Desvié la vista hacia la plataforma . María y sus hijas , parloteando y afanadas en los preparativos de la cena , se hallaban ajenas a nuestros asuntos . No acertaba a comprender el misterio . Jacobo lo aclararía de inmediato .
- Ese año , cuando los asuntos materiales y económicos empezaban a enderezarse lentamente , una nueva desgracia se abatió sobre esta casa ...
Dado el bajo tono de voz de mi confidente tuve que inclinarme sobre la roca circular . Santiago continuaba con el rostro y el alma entristecidos .
-.. Ocurrió al atardecer de un sábado de diciembre .
Jacobo se detuvo , intentando recordar la fecha exacta . No lo consiguió . Y su cuñado , que a pesar de las apariencias se mantenía atento , susurró el dato que faltaba :
- Tres .
- Eso es - confirmó el narrador -. El tres de diciembre del año doce la cólera de Dios se cebó en la que muy pronto sería mi familia .
Santiago protestó .
- ¿ Por qué aseguras lo que no sabes ? Mi hermano nos enseñó que el Dios de los cielos nunca es vengativo ni colérico.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- ¿ Deseas hablar de Amós ?
Negó con la cabeza .
- Está bien . Si me autorizas , yo puedo continuar .
Santiago dudó . Pero , al reparar en mi transparente y limpia expectación , entornó los ojos , asintiendo . Puso una condición . Que su madre no escuchara el relato . Desvié la vista hacia la plataforma . María y sus hijas , parloteando y afanadas en los preparativos de la cena , se hallaban ajenas a nuestros asuntos . No acertaba a comprender el misterio . Jacobo lo aclararía de inmediato .
- Ese año , cuando los asuntos materiales y económicos empezaban a enderezarse lentamente , una nueva desgracia se abatió sobre esta casa ...
Dado el bajo tono de voz de mi confidente tuve que inclinarme sobre la roca circular . Santiago continuaba con el rostro y el alma entristecidos .
-.. Ocurrió al atardecer de un sábado de diciembre .
Jacobo se detuvo , intentando recordar la fecha exacta . No lo consiguió . Y su cuñado , que a pesar de las apariencias se mantenía atento , susurró el dato que faltaba :
- Tres .
- Eso es - confirmó el narrador -. El tres de diciembre del año doce la cólera de Dios se cebó en la que muy pronto sería mi familia .
Santiago protestó .
- ¿ Por qué aseguras lo que no sabes ? Mi hermano nos enseñó que el Dios de los cielos nunca es vengativo ni colérico.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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