Y Miriam , sonriente , cargando un robusto lebrillo , fue descendiendo los peldaños con especial lentitud , cuidando de no derramar el contenido . Y de nuevo este torpe explorador estuvo a punto de cometer otro error . Al reparar en el peso que transportaba hice ademán de levantarme para auxiliarla . Medio en pie recordé que no era lo acostumbrado . Y cuando me disponía a sentarme , Jacobo , atento a todo , me sugirió que le acompañase . Él también precisaba del << lugar secreto >> ... La errónea interpretación no fue desestimada . A decir verdad , lo nacesitaba desde hacía tiempo . Y el galileo , tomando una de las lucernas , me indicó que le siguiese . Salimos al corral y , aproximándonos al palomar , mi gentil guía procedió a abrir una portezuela medio camuflada en el frontis del << albergue >> , junto al ángulo izquierdo . Y cediéndome la lámpara me invitó a pasar . Quizá me he excedido en el término << pasar >> . El cubículo , de metro y medio de altura por apenas un metro de lado , no garantizaba mi verticalidad . Un característico olor me recordó la índole del lugar . Lo inspeccioné a la débil luz del aceite , descubriendo su más rústica configuración : un pozo << negro >> , meticulosamente cubierto por una plancha de madera , con un orificio en el centro . Eso era todo . Aquel excusado nada tenía que ver con el lujoso aseo que había visitado en la casa de Elías Marcos , en Jerusalén . Y encorvándome como Dios me dio a entender alivié mi << problema >> . Acto seguido , Jacobo , con bastante más naturalidad que un servidor , efectuó su micción y , sonriente , volvió a abrirme paso hacia la casa . Y cuando estábamos a punto de salvar el estrecho corredor , un atropellado alejarse de pasos me hizo girar la cabeza hacia la cancela . Fue vertiginoso , Algunas de las palomas , asustadas ,ensayaron un corto vuelo , tableteando sobre el patio . Mi acompañante también se detuvo . Y echando mano del gladius abrió la puerta de un golpe , asomándose impetuosamente . La oscuridad era absoluta . Y convencido de que podía tratarse de una falsa alarma retornó al corral , invitándome a regesar con la familia . Yo , al menos , había percibido aquel ruido de pasos con total nitidez . La tranquila postura de Jacobo no me sirvió de consuelo . Algo extraño sucedía en los alredores de la casa .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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