El gesto de María me descompuso . Y no supe terminar.
- Pero entonces - reemprendió la conversación con renovados bríos -, como ha dicho Jacobo , las cosas no eran así . Al conocer la negativa de mi Hijo pasé de la sorpresa a la vergüenza y a la indignación . ¿ Jesús un traidor ? Nada de eso . Le hablé , le expuse las excelencias de aquel movimiento patriótico , me deshice en argumentos para que comprendiera ... Inútil . De acuerdo a su docilidad me escuchó hasta el final . pero , tozudo como una mula , se negó . Y lloré amargamente . Llegué , incluso , a recordarle la promesa hecha a su padre y a mí misma , a la vuelta de Jerusalén , cuando tenía doce años . Nos había jurado acatamiento total y , en consecuencia , esta postura ( rechazando la causa nacionalista ) era una grave insubordinación . Y así se lo hice saber .
- ¿ Qué respondió ?
- Sus ojos , tú lo sabes , hablaban por Él . Me miró sin pestañear . Y un calor muy extraño me sofocó . Entonces se limitó a decir : << Madre , ¿ cómo puedes pensar eso ? >>
>> Ahí mismo me retracté y le pedí perdón . >>
Pero la SEñora no era mujer fácil de convencer . Y en aquellos agitados días , un inesperado suceso le hizo concebir nuevas esperanzas . El desorden en la tranquila población y las maniobras de los zelotas movieron a un rico judío de Caná a intervenir en el problema . A instancias de los guerrilleros , el tal Isaac , que había amasado una fortuna concediendo préstamos a los gentiles , se presentó en Nazaret , proponiendo una solución difícil de rechazar : él correría con todos los gastos de manutención de la familia del carpintero si éste , a cambio , aceptaba ponerse al frente de los patriotas de la población . La posición de Jesús ante sus vecinos se vio dramáticamente comprometida . Y el cerco se vio espesado cuando , al saber las intenciones de Isaac , su madre , su hermano Santiago y uno de sus tios - Simón , hermano de María , que simpatizaba con los zelotas y que algún tiempo después formaría parte aciva del grupo - volvieron a presionarle para que << inagurara su destino >> .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- Pero entonces - reemprendió la conversación con renovados bríos -, como ha dicho Jacobo , las cosas no eran así . Al conocer la negativa de mi Hijo pasé de la sorpresa a la vergüenza y a la indignación . ¿ Jesús un traidor ? Nada de eso . Le hablé , le expuse las excelencias de aquel movimiento patriótico , me deshice en argumentos para que comprendiera ... Inútil . De acuerdo a su docilidad me escuchó hasta el final . pero , tozudo como una mula , se negó . Y lloré amargamente . Llegué , incluso , a recordarle la promesa hecha a su padre y a mí misma , a la vuelta de Jerusalén , cuando tenía doce años . Nos había jurado acatamiento total y , en consecuencia , esta postura ( rechazando la causa nacionalista ) era una grave insubordinación . Y así se lo hice saber .
- ¿ Qué respondió ?
- Sus ojos , tú lo sabes , hablaban por Él . Me miró sin pestañear . Y un calor muy extraño me sofocó . Entonces se limitó a decir : << Madre , ¿ cómo puedes pensar eso ? >>
>> Ahí mismo me retracté y le pedí perdón . >>
Pero la SEñora no era mujer fácil de convencer . Y en aquellos agitados días , un inesperado suceso le hizo concebir nuevas esperanzas . El desorden en la tranquila población y las maniobras de los zelotas movieron a un rico judío de Caná a intervenir en el problema . A instancias de los guerrilleros , el tal Isaac , que había amasado una fortuna concediendo préstamos a los gentiles , se presentó en Nazaret , proponiendo una solución difícil de rechazar : él correría con todos los gastos de manutención de la familia del carpintero si éste , a cambio , aceptaba ponerse al frente de los patriotas de la población . La posición de Jesús ante sus vecinos se vio dramáticamente comprometida . Y el cerco se vio espesado cuando , al saber las intenciones de Isaac , su madre , su hermano Santiago y uno de sus tios - Simón , hermano de María , que simpatizaba con los zelotas y que algún tiempo después formaría parte aciva del grupo - volvieron a presionarle para que << inagurara su destino >> .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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