Era el padre José Momtalverne . Casualmente , jardinero de excepción y una de las autoridades mundiales en el asunto de los añosos olivos de Getsemaní , Bajo las brillantes hojas verdiblancas del improvisado << paraguas >> se estableció entre ambos una viva corriente de sinpatía . Cuando le interrogué acerca de la antiguadad reaql de aquellos ocho ejemplaresn . el religioso sonrió maliciosamente , como si aquella pregunta fuera habitual entre los peregrinos que les visitan a diario . El amable y paciente franciscano me explicó entonces que habían sometido una porción de un tronco abatido en 1954 a las pruebas del carbono 14 . Pues bien , según las tablas de Nieh - Bohr , aquella madera se remonta a 200 años antes de Cristo . Al replicarle que los romanos habían ordenado la tala de todos los árboles que rodeaban Jerusalén , Montaverne , sin inmutarse , me aconsejó que si deseaba mayor información sobre los olivos no dudase en consultar con el profesor Shimon Lavee , director del Volcani Agriculture Centre , en Bet- Dagan . Lavee es considerado como el más grande especialista del mundo en olivos . Y según este científico , << cualquier olivo de Israel que tenga una circunferencia en su base de seis metros , tiene , al menos , dos mil años >> . El Franciscano señaló entonces el rugoso y atormentado troco del árbol que nos resguardaba de la lluvia , añadiendo :
-... Y este , querido amigo , tiene 11,80 metros .
La verdad es que no necesitaba de tantas explicaciones . Pero fueron bien recibidas. Saltaba a la vista que algunos de los venerados olivos del huerto de Getsemaní sumaban dos mil años o más .
Y movido por un íntimo deseo , tomá una de las ramas entre mis dedos , apro
óximandola a los labios . El buen franciscano , conmovido quizá por aquel espontáneo beso , se apresuró entonces a cortar un manojo de hojas , entregándomelo . Yo sabía que aquello estaba prohibido . Una de las justificaciones de la cerca metálica que rodea los ocho olivos es precisamente ésta : evitar que el exceso de celo de los peregrinos asole los árboles . Y agradecí doblemente su generosidad . Hoy , las espigadas , todavia verdes y queridas hojas son el único recuerdo físico de mi paso por Israel.
En esta parte del diario del mayor aparece un sobrecillo de plástico , grapado al folio correspondiente , conteniendo tres hojas de olivo de 4,5 centímetros de longitud cada una . Para mi también costituyen un preciado << tesoro >> .... ( nota del autor )
Autor :J.J. Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
-... Y este , querido amigo , tiene 11,80 metros .
La verdad es que no necesitaba de tantas explicaciones . Pero fueron bien recibidas. Saltaba a la vista que algunos de los venerados olivos del huerto de Getsemaní sumaban dos mil años o más .
Y movido por un íntimo deseo , tomá una de las ramas entre mis dedos , apro
óximandola a los labios . El buen franciscano , conmovido quizá por aquel espontáneo beso , se apresuró entonces a cortar un manojo de hojas , entregándomelo . Yo sabía que aquello estaba prohibido . Una de las justificaciones de la cerca metálica que rodea los ocho olivos es precisamente ésta : evitar que el exceso de celo de los peregrinos asole los árboles . Y agradecí doblemente su generosidad . Hoy , las espigadas , todavia verdes y queridas hojas son el único recuerdo físico de mi paso por Israel.
En esta parte del diario del mayor aparece un sobrecillo de plástico , grapado al folio correspondiente , conteniendo tres hojas de olivo de 4,5 centímetros de longitud cada una . Para mi también costituyen un preciado << tesoro >> .... ( nota del autor )
Autor :J.J. Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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