Durante largo rato permanecí con la mirada extraviada en un cielo tormentoso , que azotaba el asfalto y los ventanales ahumados del vehículo con furiosas ráfagas de lluvia . ( Era admirable . La minuciosidad de los israelíes llegaba a a extremos insospechados . En aquel microbús , por ejemplo , los cristales ahumados - en realidad se trataba de vidrios semirreflectantes - permitían la visión de dentro a fuera , pero no al contrario . Esto , unido a la considerable y calculada altura de tales ventanas , hacía poco menos que imposible que un hipotético observador distinguiera quién o que viajaba en dicho vehículo ) Por espacio de algunos minutos luché por apartar de mi mente los negros presagios que planeaban sobre la futura misión , fijando la atención en detalles como como los del microbús , el creciente temporal o el paisaje . Pero fue inútil . A cada instante , como fogonazos , se presentaban en mi cerebro las sangrientas escenas de los bombardeos o del derribo del avión de pasajeros . La vieja angustía afloró entonces y formó un n udo en mi garganta . En esos momentos la mano de Eliseo - sentado a mi izquierda - presionó mi antebrazo . No hicimos comentario alguno . Mi rostro debía ser un libro abierto ....
Hacia las 07,45 horas , el microbús dejó atrás el pedregoso desierto de Judá . Y los amarillos carteles indicadores , en ebreo e inglés , empezaron a confirmar lo que ya sabía . En las proximidades de Almog giramos a la derecha , dejando la estrecha carretera que conduce a la frontera con Jordania . Al avistar la plácida y verdosa superficie del mar Muerto , mi compañero me hizo una señal indicándome en un mapa de carreteras que aquella ruta conducía al Sinaí . A punto estuve de sacarle de sus dudas , dibujando el lugar - justo frente al famoso mar que ahora costeábamos - donde , si no me equivocaba , debería concluir el viaje . Pero me arrepentí y , con una sonrisa de circunstancias ,devolví el lá`piz al bolsillo de mi pesado chaquetón . Aquella calzada , en efecto , llevaba hasta la ciudfad más meridional de Israel : Eliat , a orillas del golfo del mismo nombre y en las puertas del desierto del Sinaí.
El conductor redujo la velocidad . A intervalos , desde la escarpada pared rojiza que se levantaba a nuestra derecha , se precipitaban pequeñas y blancas cascadas de agua que invadían el asfalto , dificultando la circulación . Las torrenteras , que irían aumentando en número y caudal conforme fuimos aproximandonos a nuestro objetivo , terminaban indefectiblemente en las saladas aguas del mar Muerto ( situado a cuatrocientos metros por debajo del nivel del Mediterráneo ).
Autor : J.J. Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Hacia las 07,45 horas , el microbús dejó atrás el pedregoso desierto de Judá . Y los amarillos carteles indicadores , en ebreo e inglés , empezaron a confirmar lo que ya sabía . En las proximidades de Almog giramos a la derecha , dejando la estrecha carretera que conduce a la frontera con Jordania . Al avistar la plácida y verdosa superficie del mar Muerto , mi compañero me hizo una señal indicándome en un mapa de carreteras que aquella ruta conducía al Sinaí . A punto estuve de sacarle de sus dudas , dibujando el lugar - justo frente al famoso mar que ahora costeábamos - donde , si no me equivocaba , debería concluir el viaje . Pero me arrepentí y , con una sonrisa de circunstancias ,devolví el lá`piz al bolsillo de mi pesado chaquetón . Aquella calzada , en efecto , llevaba hasta la ciudfad más meridional de Israel : Eliat , a orillas del golfo del mismo nombre y en las puertas del desierto del Sinaí.
El conductor redujo la velocidad . A intervalos , desde la escarpada pared rojiza que se levantaba a nuestra derecha , se precipitaban pequeñas y blancas cascadas de agua que invadían el asfalto , dificultando la circulación . Las torrenteras , que irían aumentando en número y caudal conforme fuimos aproximandonos a nuestro objetivo , terminaban indefectiblemente en las saladas aguas del mar Muerto ( situado a cuatrocientos metros por debajo del nivel del Mediterráneo ).
Autor : J.J. Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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