Concluido el desayono , Curtiss y el resto del equipo se brindaron a colaborar con los técnicos israelíes en las faenas que estimaron oportunas . Pero Yefet , después de agradecer nuestra sincera y excelente disposición , se negó , argumentando que aquéllas no eran las órdenes . El sol flotaba ya sobre los azules cerros de Moab , rumbo a un cielo transparente . El viento había cesado y la jornada , en fin , parecía presentarse tibia y apacible .
Minutos antes del desayuno , los oficiales destacados en la base del funicular habían establecido contacto por radio con el campamento , informando al general sobre las razones del retraso del medio centenar de hombres que completaba la expedición de Caballo de Troya y que , según Curtiss , debería de haber llegado a Masada la noche anterior . Al Parecer , el autocar que les trasladaba desde Jerusalén se había visto obligado a dar media vuelta , como consecuencia de los cortes de carretera .
<< Su incorporación al campamento Eleazar - concluyeron los militares - se produciría a lo largo de esta misma mañana . >>
Nosotros ignorábamos entonces las << malas nuevas >> que portaban aquellos compatriotas y compañeros ...
Dado que nuestras obligaciones eran casi nulas , cada cual se dedicó a lo que creyó más conveniente . Curtis y varios de los directores se encerraron en la tienda que hacía las veces de estación de estación de radio y el resto optó por descansar o curiosear por la cima de la roca , siempre bajo la discreta vigilancia de algunos de los judíos , que se ofrecieron , << encantados >> , como improvisados guías turísticos .
Eliseo y yo , de común acuerdo , ocupamos buena parte de la mañana en un meticuloso reconocimiento del perfil y de topografía del triangulo que constituía nuestra base . Desde el amanecer , el campamentohabía recuperadosu intenso ritmo de trabajo . Los tractores oruga , situados en lo alto de la meseta por los helicópteros , continuaban el febril trasvase de las piedras anaranjadas , que eran situadas por la grúa en el fondo de la << piscina >>.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Minutos antes del desayuno , los oficiales destacados en la base del funicular habían establecido contacto por radio con el campamento , informando al general sobre las razones del retraso del medio centenar de hombres que completaba la expedición de Caballo de Troya y que , según Curtiss , debería de haber llegado a Masada la noche anterior . Al Parecer , el autocar que les trasladaba desde Jerusalén se había visto obligado a dar media vuelta , como consecuencia de los cortes de carretera .
<< Su incorporación al campamento Eleazar - concluyeron los militares - se produciría a lo largo de esta misma mañana . >>
Nosotros ignorábamos entonces las << malas nuevas >> que portaban aquellos compatriotas y compañeros ...
Dado que nuestras obligaciones eran casi nulas , cada cual se dedicó a lo que creyó más conveniente . Curtis y varios de los directores se encerraron en la tienda que hacía las veces de estación de estación de radio y el resto optó por descansar o curiosear por la cima de la roca , siempre bajo la discreta vigilancia de algunos de los judíos , que se ofrecieron , << encantados >> , como improvisados guías turísticos .
Eliseo y yo , de común acuerdo , ocupamos buena parte de la mañana en un meticuloso reconocimiento del perfil y de topografía del triangulo que constituía nuestra base . Desde el amanecer , el campamentohabía recuperadosu intenso ritmo de trabajo . Los tractores oruga , situados en lo alto de la meseta por los helicópteros , continuaban el febril trasvase de las piedras anaranjadas , que eran situadas por la grúa en el fondo de la << piscina >>.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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