miércoles, 9 de septiembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - 9 de abril , domingo ( 155 )

Siguiendo una  de las modas grecorromanas  , y a petición de cada uno , el anfitrión fua añadiendo en algunas  de las copas de bronce  y latón pequeñas porciones  de canela , tomillo , e , incluso , flores de jazmín . El truco servía para aromatizar el caldo . Los más prudentes - una minoria - , prefirieron mezclar aquel vino del sur  de Judea con agua  . El resto , quizá  en un muy  humano deseo de aliviar sus penas , apuró copa tras copa  , sin más parapeto y ayda que las generosas raciones de lentejas o de buñuelos .
Santiago Zebedeo , Simón Pedro , los gemelos  y Mateo Leví , siguiendo también normas  de buena conducta  , se deshicieron previamente de sus espadas , que reposaron destelleantes  a lo largo de la baja mesa  de madera  . Simón el Zelote fue el único que no probó vocado  . Juan Marcos , que se sentó con su padre  y conmogo junto a los nueve  , le ofreció una de las escudillas . Pero el discípulo la rechazó amablemente .
Y durante cosa de diez o quince minutos ,en la estancia sólo se escuchó el sordo entrechocar de las cucharas de madera hundiendose en las lentejas , El descarado paladear de los manjares , el alegre y cantarin borboteo del vino escanciado una y otra vez en las copas de metal estañado y , por descontado , los obligados eructos ,
Elías luchó en vano por animar  la reunión , refiriendo las buenas noticias  procedentes  de sus propiedades  en la Galilea y que , concretamente en la operación de << cavar el lino >> , eran altamente prometedoras . ( Este trabajo , que solía  llevarse a cabo en los meses de marzo y abril , consistía en cortar las plantas a ras del suelo para no estropear los tallos , siendo utilizadas después - una vez secadas - en el floreciente  negocio de la confección de telas y cuerdas ) Con la más absoluta de las descortesías , los allí presentes  ignoraron  al dueño de la casa , pendientes únicamente  de satisfacer su sed y su apetito . Juan Zebedeo y Pedro no podían liberarse fácilmente de la << losa >>  que pesaba sobre ellos . Picotearon aquí y allá y , dando muestras de inapetencia , se recostaron en sus divanes .
 A eso de las ocho de la noche , Simón Pedro , que no podía apartar de su mente  las incidencias del día  , se puso en pie , visiblemente alterado . O mucho me equivocaba  o era  presa de otra crisis .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez         

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