Esa noche , el propio Pedro reconoció que no entendió del todo las palabras del resucitado . Pero , en el fondo , eso era lo de menos .
- ¡ Creedme ! - añadió Simón al descubrir las caras de asombro e incredulidad de sus compañeros -. Después de esto , aquel Hombre y yo paseamos por el patio durante más de cinco minutos , recordando cosas del pasado . Y hablamos también del presente y del futuro . Después , al despedirse , volvió a decirme : << Adios , Pedro , hasta que te vea en compañía de tus compañeros . >>
Después de aquella visión , Simón permaneció unos minutos en el patio , como hipnotizado . Y cuando comprendió que habia visto y hablado con el Galileo , salió a la carrera - loco de alegría - hasta el piso superior .
- ¿ Y cómo desapareció ?
- ¿ Cómo estás seguro que era el Maestro ?
- ¿ le vistes las heridas ?
- ¿ No te confundirías con alguno de los siervos de Marcos ?
El torbellino de preguntas de los discípulos fue inevitable . Y Simón Pedro , con la boca abiertan y sin saber a quién responder , terminó por bajar los ojos , consciente de que era objeto de las mismas dudas y suspiscacias que él había manifestado a lo largo de toda la jornada . Y le vi llorar amargamente . A partir de ese momento , el decepcionado pescador se negó a pronunciar palabra alguna .
Como era previsible , la nueva aparición removió los rescoldos de las anteriores divisiones . Pero , curiosamente , poco apoco , la mayoría de los apóstoles empezó a ceder , concediendo su apoyon al hermético y silencioso galileo . Y probablemente hubiera abandonado sus dudas de no haber sido por la súbita , fría y despiadada intervención de Andrés . Con expresiones muy bien calculadas , recordó a los presentes las << fantasias >> de su hermano , << capaz de ver cosas irreales , incluso encima de las aguas ... >>
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- ¡ Creedme ! - añadió Simón al descubrir las caras de asombro e incredulidad de sus compañeros -. Después de esto , aquel Hombre y yo paseamos por el patio durante más de cinco minutos , recordando cosas del pasado . Y hablamos también del presente y del futuro . Después , al despedirse , volvió a decirme : << Adios , Pedro , hasta que te vea en compañía de tus compañeros . >>
Después de aquella visión , Simón permaneció unos minutos en el patio , como hipnotizado . Y cuando comprendió que habia visto y hablado con el Galileo , salió a la carrera - loco de alegría - hasta el piso superior .
- ¿ Y cómo desapareció ?
- ¿ Cómo estás seguro que era el Maestro ?
- ¿ le vistes las heridas ?
- ¿ No te confundirías con alguno de los siervos de Marcos ?
El torbellino de preguntas de los discípulos fue inevitable . Y Simón Pedro , con la boca abiertan y sin saber a quién responder , terminó por bajar los ojos , consciente de que era objeto de las mismas dudas y suspiscacias que él había manifestado a lo largo de toda la jornada . Y le vi llorar amargamente . A partir de ese momento , el decepcionado pescador se negó a pronunciar palabra alguna .
Como era previsible , la nueva aparición removió los rescoldos de las anteriores divisiones . Pero , curiosamente , poco apoco , la mayoría de los apóstoles empezó a ceder , concediendo su apoyon al hermético y silencioso galileo . Y probablemente hubiera abandonado sus dudas de no haber sido por la súbita , fría y despiadada intervención de Andrés . Con expresiones muy bien calculadas , recordó a los presentes las << fantasias >> de su hermano , << capaz de ver cosas irreales , incluso encima de las aguas ... >>
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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