viernes, 5 de mayo de 2017

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 8 - 14 de enero , lunes ( 61 )

El Maestro me animó a moverme . << Había mucho por hacer ... >>
¿Mucho por hacer ? No entendí . La gruta se hallaba bacía , con un suelo aparentemente limpio , formado por una tierra seca y esponjosa .
Obedecí , naturalmente . Me situé a su altura , en el centro de la caverna , y esperé órdenes . El Galileo sonrió y señaló la entrada , al tiempo que exclamaba , socarrón :
- Ella no vendrá sola ...
¿ Ella ?
No sé si palidecí o enrojecí . Él se percató de mis cortas luces , y aclaró :
- ¡ La paja , mal , ak ! ... Conviene esparcirla por el suelo...
- Claro - redondeé , dirigiéndome al exterior -, la paja ...
¿ En qué estaría yo pensando ?
Así era el Hijo del Hombre ...
Y durante un rato , ése fue nuestro afán : esparcir la paja sobre la tierra . Y pensé : ¿ Para que tanta molestia ?  Con los ropones y las manta estábamos más que servidos . En realidad , sólo se trataba de una noche ...
Y el Destino me dejó hacer y pensar . Sus planes eran otros , como casi siempre .
El Maestro seleccionó el flanco derecho de la gruta ( tomaré siempre como referencia el túnel de entrada ) , y allí preparamos , al alimón , el lugar donde dormir .
Entonces oímos aquel ruido...
Recuerdo que nos encontrábamos de rodillas , absortos en el desmenuzado de la paja y en la inspección de la misma , depositándola después sobre la tierra . Quien esto escribe había rescatado un pequeño trozo de cerámica vidriada , sepultado en el espeso manto que formaba el suelo , y lo examinaba con curiosidad .
Y volvimos a oírlo ...
Creí reconocerlo , pero seguí a lo mío.
Y esta vez , más que sonar , tronó.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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