El Maestro retornó , por fin . Cargaba cinco lucernas de barro ( dos encendidas ) y varias mantas de lana . Beit Ids , como dije , estaba situada a 575 metros de altitud . Esto no era el valle del Jordán . La noche podía ser fría , con temperaturas por debajo de los ocho y seis grados Celsius . Si soplaba el temido viento del norte - el gemad -, la situación se complicaria . El gran aguacero caído esa misma mañana , y en los días anteriores , al que los badu llamaban el-gawzah , suavizó el hambiente . El Maestro , sin embargo , previsor , se hizo con dos cobertores . Y este torpe explorador no comprendió . Disponíamos de los mantos o ropones . ¿ Por qué solicitar las cobijas ?
Como digo , no caí en la cuenta ...
La gruta ra una amplia caverna natural , con forma , casualmente , de << almendra >> . Desde el arco de la entrada , el terreno descendía con suavidad . Alguien se tomó la molestia de abovedar el breve túnel de ingreso , recubriendo también las paredes con los pesados sillares de caliza blanca de la zona . En total , tres metros de túnel .
Jesús caminó por delante , con las lámparas de aceite , y sin miedo .
¿ Conocía el lugar ? Eso me pareció...
Fue directamente al centro , y colgó tres de las lucernas de una larga viga empotrada en la roca , que seguía el eje mayor del túnel . Prendió las otra y las distribuyó por el suelo de la de la caberna . Yo continué hacia el final del túnel , con los sacos al hombro , y sin saber qué hacer . Poco a poco fui acostumbrándome a la oscuridad , ahora medio vencida por las llamas amarillas , y el agradable olor del aceite y las mechas de cáñamo , quemados . Calculé unos quince metros de diámetro mayor , por seis de diámetro menor ( más o menos , la longitud de la viga de madera ) , y unos tres de altura máxima . La bóveda de la cueva era natural , aunque parecía trabajada . La curvatura era perfecta , como el interior de una almendra , o de una ostra .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Como digo , no caí en la cuenta ...
La gruta ra una amplia caverna natural , con forma , casualmente , de << almendra >> . Desde el arco de la entrada , el terreno descendía con suavidad . Alguien se tomó la molestia de abovedar el breve túnel de ingreso , recubriendo también las paredes con los pesados sillares de caliza blanca de la zona . En total , tres metros de túnel .
Jesús caminó por delante , con las lámparas de aceite , y sin miedo .
¿ Conocía el lugar ? Eso me pareció...
Fue directamente al centro , y colgó tres de las lucernas de una larga viga empotrada en la roca , que seguía el eje mayor del túnel . Prendió las otra y las distribuyó por el suelo de la de la caberna . Yo continué hacia el final del túnel , con los sacos al hombro , y sin saber qué hacer . Poco a poco fui acostumbrándome a la oscuridad , ahora medio vencida por las llamas amarillas , y el agradable olor del aceite y las mechas de cáñamo , quemados . Calculé unos quince metros de diámetro mayor , por seis de diámetro menor ( más o menos , la longitud de la viga de madera ) , y unos tres de altura máxima . La bóveda de la cueva era natural , aunque parecía trabajada . La curvatura era perfecta , como el interior de una almendra , o de una ostra .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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