martes, 2 de febrero de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario , 25 de abril , martes ( 95 )

- Y regresaban - subrayó la madre - con los ojos  encendidos  , admirados de la << precisión >> de Jesús  . Y mi Hijo disfrutaba  mucho más que sus hermanos .
- Cuando se refería a los perros - recordó Miriam -, mi Hermano se enfadaba  . Él tenía  uno en la huerta  t lo quería . Por eso no aceptaba  que se fabricaran amuletos  con sus ojos  , dientes y lengua . Se ponía frenético ...
El enojo de aquel gran amante de los animales estaba justificado . Entre los supersticiosos  judíos  existía  una creencia generalizada  que aseguraba  que << colocándose la lengua de un perro debejo del dedo gordo del pie  , en el interior del calzado , podía evitarse que los perros ladrasen >> . Otros , con ese mismo fin , confeccionaban amuletos  con los ojos de un perro negro  y vivo . Incluso , si alguien obtenía  los dientes  de un perro rabioso que hubiera mordido a un hombre o a una mujer  y , una vez atados con cuero , los colgaba  de su hombro , << podía pasearse con toda paz entre una manada de perros rabiosos >> . Naturalmente , no todos eran tan incautos ....
Como profesos de matemáticas , Jesús nu fue más allá de lo estrictamente necesario . Tampoco se precisaban grandes acontecimientos  para el cotidiano rodar de la vida  en una aldea como Nazaret : números  , operaciones rutinarias  y elementales  , pesos y medidas y algo de geometría  , básicamente  enfocada a la agrimensura  o medida de las tierras .
- Era curioso - manifestó Miriam , hablando casi para sí -. Recuerdo muy bien los ojos de Jesús  cuando tocábamos el mundo de los números  . Se iluminaban . Flotando en ellos  el amarillo de la llama  ... Todos sabíamos  que le entusiasmaban . Pero nunca quiso entrar en honduras . Los llamaba  la << secreta  correspondencia de su Padre de los cielos >> . ¿ Qué podía  querer dedir ?
Guardé silencio , simulando que lo ignoraba . Pero quien esto escribe  intuía  ya por aquel entonces que el Maestro lo era también en el prodigioso universo de la Kábala . Posiblemente  , en aquellos años de juventud , le fueron desvelados  los primeros misterios . y con el discurrir del tiempo , esa secreta afición del Hijo del Hombre llegaría  a convertirse  en una << pasión y fuente  de sublimes  conocimientos esotéricos  >> . Fue una pena  - lo he lamentado siempre  - no haber conocido e interrogado al enigmático << profesor de matemáticas  procedente de Damasco >> que recaló un buen día en la aldea ... Pero , a fin de cuentas , lo que importaba  eran los resultados . Y << ésos >> - lozanos y sugerentes - serían descubiertos en el << tercer salto >>
Autor : J.J. Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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