lunes, 1 de febrero de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario , 25 de abril , martes ( 92 )

Sus enseñanzas a Miriam y Marta  , y por extensión a todos sus hermanos  , tuvieron cemento común : las Escrituras . Así estaba fijado por la tradición y Jesús  , siempre respetuoso  , no quiso apartarse de ellas . Y aunque  la sabiduría era la propia Torá  , el joven maestro  procuraba alternar las repetitivas y memorísticas recitaciones  de los libros sagrados  con incursiones  a las ciencias de la geografía  , las matemáticas , la astronomía  o la historia  , por citar algunos modelos . Unas disciplinas  que en aquel tiempo se hallaban abiertamente  reñidas con la investigación  . Al menos  para los rigoristas de la ley . El Talmud lo recoge  con precisión  : << No hagas objeto de tus investigaciones lo que es demasiado difícil . No sondees lo que está oculto . >> Jesús , como fue dicho , no era de este parecer . Sus continuas  e inquietantes preguntas le revelaron como un curioso o , si se prefiere  , como un investigador nato . Y llegado a este extremo , bueno es dejar constancia de algo que , en mi opinión ,  entraña un gran interés . Las enseñanzas del futuro Hijo del Hombre  a sus hermanas y hermanos  ponen de manifiesto que a sus dieciseis años no era consciente  de su naturaleza divina . De lo contrario , ¿ por qué estimar la Biblia como la fuente de toda sabiduría  ? ¿ Por que enseñarles que  << sería menester vivir quinientos años para recorrer la distancia de la tierra al cielo que está inmediatamente por encima de nosotros >> ?  ¿ Por qué decirles que << ese mismo intervalo separa ese cielo del siguiente  y que ésa es la distancia  entre las extremidades  de todo cielo , cruzado en su espesor >> ? Si Jesús  hubiera << dispuesto >> de su << memoria divina  >> - las palabras siguen limitándome  -, ¿ a qué venía  enseñarles que el número de cielos es de siete ? La razón es obvia . Su combate interior  no había concluido . Él pensaba como hombre  . Y como tal había aprendido que hay siete cielos  : el Pentateuco - decían las rabíes - utiliza siete palabras diferentes  para referirse al cielo . En consecuencia  - enseñaban los hazanes - el número de cielos es de siete . ( Pablo de Tarso hace una alusión a ese << séptimo cielo >>. )
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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