Esraba delante de otro árbolsagrado , como el que había visto con el joven Tiglat , camino del Hermón . Aquél , la sabina en la que se balanceaban huesos de animales , y que vi en sueños , resumía el sentir popular de los fenicios . Éste , en territorio beduino , expresaba lo mismo : miedo . Los badu , al igual que los habitantes de la costa , creían que la encina era un árbol elegido por los dioses . De ahí que los rayos cayeran siempre sobre ellas . Por eso se encomendaban a su protectión , y sujetaban a las ramas cualquier objeto que pudiera representar al creyente . Los nudos , en las cuerdas , significaban enfermedades . Al abandonarlos bajo la encina , el badawi consideraba que las dolencias , propias o extrañas , pasaban a la jurisdición de los dioses , o del wely , que moraban en sus troncos y copas . La encina , además , como sucedía con los griegos en Dodona , constituía unun instrumento de conexión con los cielos . Los badú se situaban bajo las ramas y solicitaban a los dioses toda suerte de favores , incluidas la muerte y la ruina de sus enemigos . Algunos hechiceros y brujas se arriesgaban a arrancar las hojas , de los árboles sagrados , y las vendían secretamente . El beduino creía que el simple roce de una de estas hojas , o ramas verdes , lo llenaba de vigor sexual , y le transmitía conocimiento . Lo malo era llegar hasta la encina y hacerse con las jojas . Si el wely que habitaba el árbol se daba cuenta , el << ladrón >> podía ser devorado por los lobos , o hecho prisionero por una tribu enemiga .
En unos pocos metros cuadrados , por tanto , fuimos a encontar la << esencia >> de la espiritualidad beduina : dioses , genios benéficos y el árbol santo , por excelencia : la carrasca , con la cara superior de las hojas en un blanco algodón , ahora saturadas de vapor de agua , que proporcionaba al árbol un halo mágico , en especial al atardecer .
Quedé gratamente sorprendido . Primero fue la << luz >> blanca y rosa de los almendros . Ahora , la << corona >> luminosa del árbol ...
Pro , quien esto escribe , en esos momentos , no había aprendido aún a << leer >> las señales de los cielos ...
Fue Él quien me enseñó .
Aproximé las balas de paja a la boca de la cueva y me senté a esperar . La noche , serena , empezó a liberar estrellas .
Ella fue una de las primeras . Y mi corazón voló lejos , con Ma ´ch.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
En unos pocos metros cuadrados , por tanto , fuimos a encontar la << esencia >> de la espiritualidad beduina : dioses , genios benéficos y el árbol santo , por excelencia : la carrasca , con la cara superior de las hojas en un blanco algodón , ahora saturadas de vapor de agua , que proporcionaba al árbol un halo mágico , en especial al atardecer .
Quedé gratamente sorprendido . Primero fue la << luz >> blanca y rosa de los almendros . Ahora , la << corona >> luminosa del árbol ...
Pro , quien esto escribe , en esos momentos , no había aprendido aún a << leer >> las señales de los cielos ...
Fue Él quien me enseñó .
Aproximé las balas de paja a la boca de la cueva y me senté a esperar . La noche , serena , empezó a liberar estrellas .
Ella fue una de las primeras . Y mi corazón voló lejos , con Ma ´ch.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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