miércoles, 8 de julio de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 9 de abril , domingo ( 10 )

Aquella << explosión  >> lumínica  - no encuetro palabras  para describirlo  - salió del sepulcro . De eso sí estoy seguro . Y se prolongó instantáneamente  hasta los árboles  más cercanos  , situados a poco más de cuatro metros  de los peldaños  de acceso al panteón . Su trayectoria fue oblicua , siguiendo una lógica vía de escape . En cierto modo me recordó una onda expansiva , pero luminosa .
En décimas de sugundos  desapareció y todo quedó en el más absoluto silencio . Los soldados yacían por tierra , como muertos .
Me revolví inquieto , intentando ver a alguien . Allí , por supuesto , había ocurrido algo anormal e inexplicable a la luz de toda razón . Pero por más que rastreé el lugar con la vista , el sepulcro y su entorno seguían solitarios . La hoguera continuaba flameando y de la tumba - de eso doy fe - no salió persona alguna . Pero , ¿ quién podía aparecer por aquellos  escalones , de no haber sido el propio Jesús de Nazaret ?
<< ¿ Jesús de Nazaret ? >>
Y sin saber cómo ni por qué , me senté en el suelo del palomar , pateando furiosamente la trampilla . Tenía que salir . Tenía que entrar en el sepulcro y desvelar la tremenda duda que acababa de asaltarme .
<< ¿ Seguía allí el cadáverde Jesús de Nazaret ? >>
<< ¡ Maldita puerta ! ..... ¡ Ábrete ! >>
Y en uno de aquellos violentos puntapiés , la trampilla saltó por los aires .
Me deslicé como un loco por la portezuela , seguido de un no menos enloquecido torbellino de palomas . Recuperé y vara y corrí , corrí sin aliento hasta el borde de los escalones . Los soldados , con los ojos muy abiertos , continuaban en tierra .
Y comencé a bajar los peldaños . Pero , hacia la mitad , de pronto , sentí miedo . Un pánico irracional que me erizó los cabellos . Di media vuelta y sal´ñi de allí a la carrera , sofocado y con la lengua endurecida como el cartón .
Pero , cuando me disponía a venturarme por entre los árboles , sin rumbo fijo , algo me detuvo . Es posible que fuera el bamboleo de mi corazón  , acelerado por encima  de las 180 pulsaciones por minuto . Tomá aliento , me recliné  sobre el tronco de una de los frutales y traté de pensar.
¡ Tenía que volver ! ¡ Era preciso !...
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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