domingo, 12 de julio de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - El Diario ( 19 )

Aquella innegable  muestra de confianza nos llenó de satisfacción . Y , como un solo hombre  , le animamos  a que continuase .
- Quiero que tracéis un plan de trabajo  ... - el general parecía  arrepentirse de aquella  espontánea  decisión , pero tras unos segundos  de áspero silencio , concluyó - destinado a la recuperación de ese micrófono  . Por supuesto , todo esto es tan provisional como confidencial ... ¡ Ah ! , y olvidaros de la fase de lanzamiento . Quiero únicamente  - subrayó con énfasis  - las lineas maestras  de una posible segunda << exploración >> ...¡ Suerte ! Nos veremos a mi regreso .
Mudos e inmóviles como postes vimos desaparecer a aquel hombre imprevisible  . Ya no había tiempo de formularle ni una sola de las muchas preguntas que empezaban a agolparse en nuestros desconcertados cerebros .
El viaje de vuelta a Jerusalén fue muy significativo . Ninguno de los dos pronunciamos  palabra alguna . Sin embargo , nuestros pensamientos  - así me lo confirmaría  Eliseo esa misma mañana  del 13 de febrero - giraron en torno a la misma inquietud : la increible posibilidad de un segundo << gran viaje  >>...
Buscando apaciguar nuestros respectivos ánimos , nos concedimos un tiempo de reposo . A las 13 horas volveríamos  a reunirnos  y cambiaríamos impresiones  . Inútil pretensión . A la media hora de introducirme en la cama  , presa de una creciente  excitación , volví a vestirme y llamé a la puerta de la habitación de mi hermano . Eliseo , tan alterado como yo , ni siquiera  había intentado conciliar el sueño . En aquellos instantes no podía comprendwer por qué mi organismo - después demás de 48 horas de vigilia - no acusaba cansancio alguno .
El caso es que , con un entusiasmo febril , nos entrascamos  en la elaboración de una serie de posibles planes de trabajo . Al cabo de dos intensas horas terminamos por claudicar . Una y otra vez , a pesar de le infinidad de parámetros manejados  , los esquemas y borradores  se estrellaban siempre ante dos incógnitas fundamentales . Por un lado , ¿ de cuánto tiempo real íbamos a disponer , en el supuesto de que la segunda exploración se llevara a efecto ? Por último , ¿ cuáles podían ser los puntos de lanzamiento y contacto ?
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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