.... 05 horas y 43 minutos .
Sesenta segundos después del despegue , el ordenador central - nuestro querido Santa Claus - respondió con su habitual eficacia y minuciosidad , estabilizando la << cuna >> en la cota prevista ( 800 pies ) para el inmediato y delicado proceso de m<< inversión de masa >> de la nave que debería trasladarnos a nuestro tiempo : al siglo XX . Más concretamente , al 12 de febrero de 1973 .
Eliseo y yo cruzamos una significativa mirada . Absorvidos en los preparativos para el despegue , mi hermano en aquel primer << gran viaje >> y quien escribe , apenas si habíamos tenido ocasión de comentar mis últimas y desgarradoras experiencias al pie de la cruz y en las tensas horas que precedieron al amanecer del domingo , 9 de abril del año 30 . Cuando , al fin , hacia las 04 horas , abordé el módulo , mi rostro debía ser tan elocuente que Eliseo se mantuvo en un respetuoso y prolongado silencio . Y una vez más me sentí aliviado y agradecido por su exquisita delicadeza .
Recuerdo que , mientras procedía a desembarazarme de las sudadas y malolientes ropas que me habían ayudado en mi papel como mercader griego , mi compañero , por propia iniciativa , puso en marcha la gravación registrada durante la llamada << última cena >> . ( Como ya indiqué en otro momento del presente diario , yo no había tenido ocasión de escucharla .) Y en silencio , hasta las 05 horas , ambos nos dejamos arrastrar por la voz del rabí de Galilea : dulce , firme , y majestuosa . Conociendo , como conocíamosn , toda la dimensión de la tragedia que acabab de producirse , los consejos y recomendaciones de Jesús a sus íntimos aparecieron ante mí con una fuerza y luminosidad indescriptibles . Como creo haber insinuado ya anteriormente , excepción hacha de Juan, el Evangelista , el resto de los escritores sagrados no acertaría a transcribir con fidelidad ni los hechos ni el sentido de aquella memorable cena de despedida . Pero debo dominarme . es necesario que sepa controlar mis emociones y el caudal de sucesos que se agolpa en mi cerebro y , en beneficio de una mayor claridad , proseguir mi relato bajo el más extricto orden cronológico . espero que aquellos que lleguen a leer mi legado sepan comprender y perdonar mis continuas debilidades y torpezas ....
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Sesenta segundos después del despegue , el ordenador central - nuestro querido Santa Claus - respondió con su habitual eficacia y minuciosidad , estabilizando la << cuna >> en la cota prevista ( 800 pies ) para el inmediato y delicado proceso de m<< inversión de masa >> de la nave que debería trasladarnos a nuestro tiempo : al siglo XX . Más concretamente , al 12 de febrero de 1973 .
Eliseo y yo cruzamos una significativa mirada . Absorvidos en los preparativos para el despegue , mi hermano en aquel primer << gran viaje >> y quien escribe , apenas si habíamos tenido ocasión de comentar mis últimas y desgarradoras experiencias al pie de la cruz y en las tensas horas que precedieron al amanecer del domingo , 9 de abril del año 30 . Cuando , al fin , hacia las 04 horas , abordé el módulo , mi rostro debía ser tan elocuente que Eliseo se mantuvo en un respetuoso y prolongado silencio . Y una vez más me sentí aliviado y agradecido por su exquisita delicadeza .
Recuerdo que , mientras procedía a desembarazarme de las sudadas y malolientes ropas que me habían ayudado en mi papel como mercader griego , mi compañero , por propia iniciativa , puso en marcha la gravación registrada durante la llamada << última cena >> . ( Como ya indiqué en otro momento del presente diario , yo no había tenido ocasión de escucharla .) Y en silencio , hasta las 05 horas , ambos nos dejamos arrastrar por la voz del rabí de Galilea : dulce , firme , y majestuosa . Conociendo , como conocíamosn , toda la dimensión de la tragedia que acabab de producirse , los consejos y recomendaciones de Jesús a sus íntimos aparecieron ante mí con una fuerza y luminosidad indescriptibles . Como creo haber insinuado ya anteriormente , excepción hacha de Juan, el Evangelista , el resto de los escritores sagrados no acertaría a transcribir con fidelidad ni los hechos ni el sentido de aquella memorable cena de despedida . Pero debo dominarme . es necesario que sepa controlar mis emociones y el caudal de sucesos que se agolpa en mi cerebro y , en beneficio de una mayor claridad , proseguir mi relato bajo el más extricto orden cronológico . espero que aquellos que lleguen a leer mi legado sepan comprender y perdonar mis continuas debilidades y torpezas ....
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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