El peso de una familia tan numerosa fue decisivo . ¿ Quién hubiera tenido el valor de aportar su dote a una casa así ? No, amigo , esa posibilidad estaba en las manos de Dios , bendito sea su nombre , y ya ves ...
Los razonamientos eran correctos . María enviudó cuando contaba veintiocho años de edad . Al margen del problema económico - fundamental en aquella y en todas las épocas -, aunque su belleza no se había extinguido , era ya una mujer << vieja >> . No olvidemos que la expectativa media de vida hace dos mil años , en Palestina , oscilaba alrededor de los cuarenta años para el varón y poco más para la mujer . Y aunque ella no lo mencionó existía otro obstáculo . Un << impedimento >> que , en general , los hombres suelen valorar en extremo . La Señora , despierta por naturaleza , de una inteligencia que se derramaba en cada mirada , educada muy por encima de lo habitual entre las hebreas , hubiera necesitado a su lado a un hombre de idénticas o parecidas características . Y la verdad es que en Nazaret no abundaban . José había sido una excepción . Yo diría que una << providencial >> excepción . Esa pulcritud de alama , su liberal concepción de la vida y el fortísimo temperamento la singularizaban de tal forma que la mayoría de los presuntos pretendientes hubiera quedado eclipsada . Por último , y no menos importante : se había casado enamorada . Y ese amor no resultaba fácil de enterrar ... Habría sido muy distinto si la Providencia - situación que , obviamente , no entraba en los planes divinos - no les hubira concedido descendencia . La llamada ley del matrimonio yibbum o del liverato , de la palabra << levir >> : cuñado , establecía que , en este supuesto , la viuda debía casarse con el hemano del difunto . En primera instancia , con el mayor y , en segundo lugar , con el inmediato en la cadena de edad . El hermano en quien recayese esta sagrada obligación tenia que haber sido engendrado por el mismo padre y haber vivido , al menos un periodo , contemporáneamente al fallecido . Si la viuda , caso de María , tenía sucesión , esta clase de matrimonio estaba prohibido por la ley..
Conforme fui conociendo al Hombre - si es que existe alguien capaz de llegar al santuario de un alma -, y a los que le rodearon , más cercana me pareció la mano de la Providencia .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Los razonamientos eran correctos . María enviudó cuando contaba veintiocho años de edad . Al margen del problema económico - fundamental en aquella y en todas las épocas -, aunque su belleza no se había extinguido , era ya una mujer << vieja >> . No olvidemos que la expectativa media de vida hace dos mil años , en Palestina , oscilaba alrededor de los cuarenta años para el varón y poco más para la mujer . Y aunque ella no lo mencionó existía otro obstáculo . Un << impedimento >> que , en general , los hombres suelen valorar en extremo . La Señora , despierta por naturaleza , de una inteligencia que se derramaba en cada mirada , educada muy por encima de lo habitual entre las hebreas , hubiera necesitado a su lado a un hombre de idénticas o parecidas características . Y la verdad es que en Nazaret no abundaban . José había sido una excepción . Yo diría que una << providencial >> excepción . Esa pulcritud de alama , su liberal concepción de la vida y el fortísimo temperamento la singularizaban de tal forma que la mayoría de los presuntos pretendientes hubiera quedado eclipsada . Por último , y no menos importante : se había casado enamorada . Y ese amor no resultaba fácil de enterrar ... Habría sido muy distinto si la Providencia - situación que , obviamente , no entraba en los planes divinos - no les hubira concedido descendencia . La llamada ley del matrimonio yibbum o del liverato , de la palabra << levir >> : cuñado , establecía que , en este supuesto , la viuda debía casarse con el hemano del difunto . En primera instancia , con el mayor y , en segundo lugar , con el inmediato en la cadena de edad . El hermano en quien recayese esta sagrada obligación tenia que haber sido engendrado por el mismo padre y haber vivido , al menos un periodo , contemporáneamente al fallecido . Si la viuda , caso de María , tenía sucesión , esta clase de matrimonio estaba prohibido por la ley..
Conforme fui conociendo al Hombre - si es que existe alguien capaz de llegar al santuario de un alma -, y a los que le rodearon , más cercana me pareció la mano de la Providencia .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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