miércoles, 3 de febrero de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario , 25 de abril , martes ( 99 )

Todo en aquella familia  se hallaba  trazado y escrito  con los sutiles pero diamantinos hilos  de una Inteligencia  que mi juicio  de cintífico  no puede poner en duda  . Jesús nace en primer lugar .. Como primogénito hereda el oficio del padre . Y como tal debe  sostener a su familia  . Si su nacimiento hubiera  ocurrido en segundo , tercer o cualquier otro puesto , la responsabilidad como << nuevo padre >> habría  quedado invalidada . Incluso , si el Maestro - como pretenden muchos  - hubiera sido hijo único , la posibilidad de un nuevo matrimonio de su madre podría  haber cobrado especial fuerza . ¿ Y qué decir de la abrumadora  experiencia cosechada  en esos doce años , desde la muerte de José ? Esa inteligencia fue a colocarle en el << ojo del huracán >> de las dificultades y estrecheces económicas . Y tuvo que saber del trabajo y del angustioso << vivir al día >> y de la educación , de los sueños  y de las miserias ajenos . Y todo ello , quiero creer , con una finalidad justa y escrupulosamente  medida : ser hombre , hasta sus últimas consecuencias . Y en ese estudiado laberinto que que fue su vida en la tierra  , todo le fue  conduciendo  - a veces  sin piedad , a veces gratificantemente  - a su destino . Como Hijo de un Dios  imaginó y jugó como un niño , sufrió y se reveló como un adolescente  , trabajo y se angustió como un obrero sin fortuna  y , finalmente , aceptó valientemente  el papel de << revelados de su Padre >>. ¡ Quién puede dudar de la experiencia  humana del Hijo del Hombre  ? Pero estas cosas no fueron  desveladas por los evangelistas . Y la humanidad  , así , perdió cuatro de los cinco ciclos  que formaron sus treinta y deis años  de vida ... Unos períodos , como seguiré narrando , cada vez más apasionantes .
Y cuando me disponía  a abordar  el turbulento año 11 , una no menos  desordenada entrada de Santiago en la estancia  nos dejó perplejos  . Le seguían Ruth , y Jacobo . María y Miriam se alzaron de inmediato  . Y yo , prudentemente  , permanecí en una de las esquinas  , junto a las ánforas .Los acastañados ojos ojos del hijo mayor brillaban inquietos en la penumbra  . Antes de hablar  , como si necesitara  tiempo para reflexionar , subió a la plataforma  , se hizo con un cuenco de madera  y , descendiendo al nivel en que nos encontrábamos  , se encaminó al ángulo donde , casualmente  , había ido a situarme .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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