Absorto por este inesperado incidente , casi no me di cuenta del paso del tiempo . La familia de Marcos , ocupada en los preparativos de la cena pascual , apenas si reparó en mí .
Hacia las ocho de la noche , cuando el sueño empezaba a vencerme , alguien me sacó de mis confusos pensamientos . Al levantar la vista encontré ante mi dos rostros bien conocidos . Uno sonriente - el del activo David Zebedeo - y otro , por el contrario , demacrado y afligido : el del joven hijo de mis hospitalarios anfitriones .
Aquello me despejó momentáneamente .
David , con una alegría que no terminaba de entender , puso en mis manos el manto de lino blanco que yo había adquirido en la tarde del pasado jueves en la tintorería de Malkiyías y del que , honestamente , me había olvidado .
- Te supongo enterado de todo lo ocurrido - habló al fin el jefe de los emisarios .
Asentí en silencio.
Al advertir mi decaimiento , David me zarandeó cariñosamente , exclamando con un convencimiento que me dejó atónito :
- ¡ Resucitará ! Lo prometió...
Escruté los cansados ojos de aquel hebreo y quedé maravillado . david Zebedeo creía realmente lo que estaba diciendo . Era asombroso . Tenía ante mi al único que creía ciega y firmemente en la persona del Maestro . Ni el audaz Juan , el Evangelista , ni en José de Arimatea ni en ningun otro discípulo o amigo de Jesús había observado una fe como la de aquel hombre . Y , paradójicamente , apenas si es citado en los textosn evangélicos ..
Ahora si estaba clara la razón de su alegría .
Antes de su partida hacia la casa de Nicodemo , donde había trasladado su centro de correos , David me informó sobre sus últimas peripecias en el campamento de Getsemaní . Efectivamente , al recibir el aviso de José , desmontó velozmente las tiendas de campaña , trasladando su << puesto de mando >> a lo más alto del Olivete . Desde allí , una vez superada la amenaza de los levitas , siguió enviando mensajeros a todos los puntos donde él sabía que se hallaban los apóstoles , amigos y familiares del Nazareno .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Hacia las ocho de la noche , cuando el sueño empezaba a vencerme , alguien me sacó de mis confusos pensamientos . Al levantar la vista encontré ante mi dos rostros bien conocidos . Uno sonriente - el del activo David Zebedeo - y otro , por el contrario , demacrado y afligido : el del joven hijo de mis hospitalarios anfitriones .
Aquello me despejó momentáneamente .
David , con una alegría que no terminaba de entender , puso en mis manos el manto de lino blanco que yo había adquirido en la tarde del pasado jueves en la tintorería de Malkiyías y del que , honestamente , me había olvidado .
- Te supongo enterado de todo lo ocurrido - habló al fin el jefe de los emisarios .
Asentí en silencio.
Al advertir mi decaimiento , David me zarandeó cariñosamente , exclamando con un convencimiento que me dejó atónito :
- ¡ Resucitará ! Lo prometió...
Escruté los cansados ojos de aquel hebreo y quedé maravillado . david Zebedeo creía realmente lo que estaba diciendo . Era asombroso . Tenía ante mi al único que creía ciega y firmemente en la persona del Maestro . Ni el audaz Juan , el Evangelista , ni en José de Arimatea ni en ningun otro discípulo o amigo de Jesús había observado una fe como la de aquel hombre . Y , paradójicamente , apenas si es citado en los textosn evangélicos ..
Ahora si estaba clara la razón de su alegría .
Antes de su partida hacia la casa de Nicodemo , donde había trasladado su centro de correos , David me informó sobre sus últimas peripecias en el campamento de Getsemaní . Efectivamente , al recibir el aviso de José , desmontó velozmente las tiendas de campaña , trasladando su << puesto de mando >> a lo más alto del Olivete . Desde allí , una vez superada la amenaza de los levitas , siguió enviando mensajeros a todos los puntos donde él sabía que se hallaban los apóstoles , amigos y familiares del Nazareno .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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