sábado, 11 de julio de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - El Diario ( 13 )

Ahora , con la perspectiva del tiempo , no resulta  tan extraño o casual que en esos instantes  , cuando Curtiss procedía  a guardar los precisos sismogramas , decididamente dispuesto a enviarlos a Estados Unidos  ese mismo 12 de febrero de q973 , uno de sus ayudantes  irrumpiera en el hangar , entregando al general un sobre cerrado . Al manipularlo , todos pudimos distinguir en el reverso el emblema de la embajada de nuestro pais en Israel .
Tras unos segundosn de atenta lectura  , su rostro se ensombreció . Y sus ojos de halcón terminarían por clavarse en los mios  , pasando después a perforar los de Eliseo . Mi hermano y yo nos miramos sin comprender  . No hubo tiempo para más  . Crutiss guardó el documento y , levantándose  , nos rogó que le disculpásemos .
¿ Qué había sucedido ? ¿ A qué obedecía  aquel cambio en el semblante del general  ? ¿  Por qué su mirada  se había centrado en nosotros ? .
Aquella misiva , procedente de la embajada  de Estados Unidos  en Israel , contenía la segunda  noticia que , como señalaba  anteriormente , contribuiria  - ¡ y de qué foema ! al cambio de planes  en la aparente  concluida Operación Caballo de Troya .
Aquella jornada del lunes , 12 de febrero , fue especialmente  intensa . Pero intentaré  ordenar mis recuerdos  y sensaciones ...
Esa misma mañana , una vez  interrumpida la reunión con el general , los directores del programa  estimaron que nuestra presencia  en la mezquita de la AScensión  no era necesaria  y que , en buena lógica  , una vez practicados  los obligados y rutinarios  exámenes médicos  , podíamos disponer del resto del día a nuestro antojo . Si todo discurría  como hasta esos momentos  , para el jueves , 15 , o lo más tardar el 16 de ese mes de febrero , el móduloy los equipos auxiliares  se hallarían totalmente embalados  y dispuestos para sun trasladoal corazón del desierto de Mojave . Nosotrosy buena parte de los 61 integrantes  del proyecto viajaríamos  con el material , que supuestamente  , había servido para la instalación y puesta en marcha  de la estación receptora de fotografias . Los israelitas , que seguian vigilando el exterior  del octógono , no daban muestras de inquietud  o nervisismo alguno . Todo , en fin , parecía sumido en una profunda calma .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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