Para entonces , Nicodemo - más sereno que José - había soltado de su brazo derecho un largo pañuelo granate , utilizado habitualmente por aquellas gentes para enjugar el sudor . Lo retorció hábilmente , rodeando con él la cabeza de Jesús . El pañolón , fuertemente anudado sobre la coronilla , levanto el maxilar inferior , cerrando así la boca del Cristo .
Todo estaba consumado en aquel acelerado y provisional sepelio . Antes de abandonar la cripta , mientras Nicodemo recogía y sacaba al exterior los diversos útiles , José echó mano de su bolsa y , al azar , extrajo un par de moneditas de bronce de unos 16 milímetros cada una . Siguiendo una remota costumbre , el de Arimatea las depositó sobre los parpados del nazareno . Pero la gran inflamación del ojo izquierdo hizo resbalar la moneda .
Aunque la cabeza del Maestro había sido apuntalada - a la altura de los oídos - por sendos mazacotes de mirra , la tremenda deformación de la región malar mantenía sepultado el ojo , haciendo difícil el depósito de la moneda sobre el casi irreconocible párpado . Pero José insistió , consiguiendo un precario equilibrio de la moneda sobre los hematomas .
Las teas , con su centelleo , pusieron una chispa de vida en las brillantes superficies de las monedas.
Al inclinarme comprobé que el troquelado de ambas era sumamente rudimentario , con una efigie descentrada y numerosas imperfecciones . Las dos procedían seguramente de la misma emisión , a juzgar por las idénticas inacripciones y lituus o cayado central y , sobre todo , por la misma falta ortográfica , en las letras que ceñían en el círculo la referida efigie del lituus o cayado mágico . La leyenda en cuestión decía así : << Tibepioy caicapoc >> . Es decir , Tiberiou Káisaris o << de Tiberio César >>.
Levanté con curiosidad la monedita del parpado derecho y en el reverso descubrí la no menos desgastada silueta de un simpulum o catavinos , utilizado en las ofrendas rituales dem las libaciones paganas . En el centro , junto a este cazo o cucharón , se leía el número 16 , formado por una << iota >> ( equivalente al 10 ) y el llamado << epísemon >> , que corresponde al 6 . En otras palabras , la fecha << 16 >> , año del reinado de Tiberio César o 29 de la Era Cristiana
Todo estaba consumado en aquel acelerado y provisional sepelio . Antes de abandonar la cripta , mientras Nicodemo recogía y sacaba al exterior los diversos útiles , José echó mano de su bolsa y , al azar , extrajo un par de moneditas de bronce de unos 16 milímetros cada una . Siguiendo una remota costumbre , el de Arimatea las depositó sobre los parpados del nazareno . Pero la gran inflamación del ojo izquierdo hizo resbalar la moneda .
Aunque la cabeza del Maestro había sido apuntalada - a la altura de los oídos - por sendos mazacotes de mirra , la tremenda deformación de la región malar mantenía sepultado el ojo , haciendo difícil el depósito de la moneda sobre el casi irreconocible párpado . Pero José insistió , consiguiendo un precario equilibrio de la moneda sobre los hematomas .
Las teas , con su centelleo , pusieron una chispa de vida en las brillantes superficies de las monedas.
Al inclinarme comprobé que el troquelado de ambas era sumamente rudimentario , con una efigie descentrada y numerosas imperfecciones . Las dos procedían seguramente de la misma emisión , a juzgar por las idénticas inacripciones y lituus o cayado central y , sobre todo , por la misma falta ortográfica , en las letras que ceñían en el círculo la referida efigie del lituus o cayado mágico . La leyenda en cuestión decía así : << Tibepioy caicapoc >> . Es decir , Tiberiou Káisaris o << de Tiberio César >>.
Levanté con curiosidad la monedita del parpado derecho y en el reverso descubrí la no menos desgastada silueta de un simpulum o catavinos , utilizado en las ofrendas rituales dem las libaciones paganas . En el centro , junto a este cazo o cucharón , se leía el número 16 , formado por una << iota >> ( equivalente al 10 ) y el llamado << epísemon >> , que corresponde al 6 . En otras palabras , la fecha << 16 >> , año del reinado de Tiberio César o 29 de la Era Cristiana
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