Una de las reglas de oro de la operación establecía precisamente que ninguno de los exploradores a << otro tiempo >> podía << regresar >> con objetos , manuscritos o materiales propios de dicha época . Esto era sagrado . Y de la misma forma , los mien¡mbros de cada expedición estaban obligados a velar por su propio instrumental y equipo , no permitiendo , bajo ningún concepto , que cayera en manos ajenas o que simplemente , se perdiera . La rigidez de nuestro codigo moral llegaba a tales extremos que , en el supuesto de << alta emergencia>>, cualquiera de los dispositivos tecnológicos manipulados en la misión que se viera gravemente comprometido debía ser destruido . Sólo aquellas piezas o enseres asociables al momento histórico motivo de la exploración - como era el caso de las esmeraldas regaladas por mí a Poncio Pilato y al comandante de la fortaleza Antonia , Civilis , o el oro en pepitas destinado a la obtención de momeda de curso legal en la Palestina del año 30 - se hallaban autorizados y podían ser incorporados al flujo rutinario de dicha sociedad.
De ahí que el involuntario extravio del diminuto y sofisticado micrófono - diseñado y construido por los especialistas de la ATT ( American Telephone and Telegraph )para este misión - conmoviera los ánimos de Curtiss y del resto del equipo . Y aunque comprendieron que las consecuencias del doble seismo registrado en las primeras horas del viernes , 7 de abril del mencionado año 30 en Jerusalén, resultaban del todo imprevisibles para mí y para cualquier otro explorador , la sola idea de haber abandonado una pieza tan específica del siglo xx en un entorno histórico - geográfico tan remoto y ajeno a dicha tecnología , empezó a obsesionar al director de la operación . ( Sinceramente , ahora doy gracias al cielo por mi involuntario error y , sobre todo , por la obsesiva idea que germinó entonces en el cerebro del general )
Y fue a lo largo de aquel primer y superficial examen de nuestra operación cuando , casi sin querer y como consecuencia del comentario sobre el doble movimiento sísmico , varios de los directores del proyecto se mostraron especialmente interesadosn enjn la naturaleza de dichos temblores . Lógicamente , hasta que los sismogramas o registros permanentes instalados en la << cuna >> no fueran enviados s Estados Unidos y descifrados por personal cualificado , nuestras apreciaciones sólo tenían el valor de simples hipótesis .
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
De ahí que el involuntario extravio del diminuto y sofisticado micrófono - diseñado y construido por los especialistas de la ATT ( American Telephone and Telegraph )para este misión - conmoviera los ánimos de Curtiss y del resto del equipo . Y aunque comprendieron que las consecuencias del doble seismo registrado en las primeras horas del viernes , 7 de abril del mencionado año 30 en Jerusalén, resultaban del todo imprevisibles para mí y para cualquier otro explorador , la sola idea de haber abandonado una pieza tan específica del siglo xx en un entorno histórico - geográfico tan remoto y ajeno a dicha tecnología , empezó a obsesionar al director de la operación . ( Sinceramente , ahora doy gracias al cielo por mi involuntario error y , sobre todo , por la obsesiva idea que germinó entonces en el cerebro del general )
Y fue a lo largo de aquel primer y superficial examen de nuestra operación cuando , casi sin querer y como consecuencia del comentario sobre el doble movimiento sísmico , varios de los directores del proyecto se mostraron especialmente interesadosn enjn la naturaleza de dichos temblores . Lógicamente , hasta que los sismogramas o registros permanentes instalados en la << cuna >> no fueran enviados s Estados Unidos y descifrados por personal cualificado , nuestras apreciaciones sólo tenían el valor de simples hipótesis .
Autor :J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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