Al margen de esta realidad cotidiana , muchos judíos , bajo cuerda , se aprovechaban , sin embargo , de los << sarnosos >> , convirtiendo su caza y captura en un interesante << negocio >> . Así , lenguas , ojos y dientes eran extirpados , siendo vendidos como amuletos . La lengua , colocada bajo el dedo gordo del pie - decian - , evita que otros perros ladren al propietario de tan estimado talismán . Lo mismo sucedía con los ojos de los perros negros , siempre que se tuviera la precaución de colgarlos del cuello antes de iniciar un viaje . Pero la << eficacia suprema >> contra los ataques de otros canes se hallaba en los dientes de un perro rabioso . Eso sí : antes de atarlos al hombro , el can en cuestión tenía que haber mordido a un hombre . Si la víctima era una mujer , miel sobre Hojuelas...
Tiglat nos condujo hasta la sala contigua y , excusándose de nuevo , nos hizo ver que no disponía de nada mejor . El lugar , amplio y espacioso como la << vivienda >> , era en realidad el taller en el que la familia fabricaba toda suerte de utensilios de vidrio.
Agradecimos la hospitalidad . Para aquellos agotados caminantes , cualquier rincón era bueno . Preparamos los ropones al pie de uno de uno de los apagados hornos y , tras desearnos paz , Tiglat depositó una lucerna de aceite en una de las estanterías , arrancando guiños verdes y dorados a los abombados y transparentes vasos , jarrones y botellas . Nos observó un instante y , feliz , cerró la puerta , desapareciendo .
La Providencia , en efecto , seguía velando y protegiendonos . Aquella familia fue una bendición y un chorro de oxígeno en nuestros caminos .
Al poco , el bueno de Eliseo dormía profundamente . Yo , en cambio , me agité inquieto . No hubo forma de llamar al sueño . Y lo atribuí al cansancio . ¿ O fue la inquietud ?
La verdad es que , una y otra vez , obsesionadamente , la imagen del Maestro se presentaba en la memoria
Estábamos muy cerca , sí , casi a un paso ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Tiglat nos condujo hasta la sala contigua y , excusándose de nuevo , nos hizo ver que no disponía de nada mejor . El lugar , amplio y espacioso como la << vivienda >> , era en realidad el taller en el que la familia fabricaba toda suerte de utensilios de vidrio.
Agradecimos la hospitalidad . Para aquellos agotados caminantes , cualquier rincón era bueno . Preparamos los ropones al pie de uno de uno de los apagados hornos y , tras desearnos paz , Tiglat depositó una lucerna de aceite en una de las estanterías , arrancando guiños verdes y dorados a los abombados y transparentes vasos , jarrones y botellas . Nos observó un instante y , feliz , cerró la puerta , desapareciendo .
La Providencia , en efecto , seguía velando y protegiendonos . Aquella familia fue una bendición y un chorro de oxígeno en nuestros caminos .
Al poco , el bueno de Eliseo dormía profundamente . Yo , en cambio , me agité inquieto . No hubo forma de llamar al sueño . Y lo atribuí al cansancio . ¿ O fue la inquietud ?
La verdad es que , una y otra vez , obsesionadamente , la imagen del Maestro se presentaba en la memoria
Estábamos muy cerca , sí , casi a un paso ...
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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