viernes, 9 de septiembre de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 6 - 20 de agosto , lunes ( 8 )

Tiglat desmontó . Se aproximó reverencioso a la hilera de basalto negro , y durante unos minutos , permaneció en silencio , con la cabeza baja . Despues , volviéndose , nos invitó a descansar . A partir de allí , según sus palabras , empezaba lo más duro . El senderillo , paralelo a la margen derecha del río , trepaba arduo y desequilibrado , saltando de la cota << 1 700 >> a la << 2 000 >>  en cuestión de 1 500 metros . Poco antes de dicha cota << 2 000 >> , a unos tres estadios ( algo más de medio kilómetro ), finalizaba el viaje . Para ser exactos , el de Tiglat . Allí - explicó -, de acuerdo a lo convenido con el << extraño galileo >> , depositaría las provisiones . Acto seguido regresaría .
El muchacho dejó libre al onagro y , sentándose al pie de una de las rocas , abrió el zurron que colgaba en bandolera . Extrajo pan y una oscura porción de cecina de jabalí y se dispuso a dar buena cuenta del refigerio . Ot, atento , se plantó frente al dueño , aguardando su parte .
Mi hermano , imitando al guía , buscó apoyo en la piedra contigua . To , por mi parte , intrigado , dediqué unos minutos a la exploración del monumento sagrado . Porque ésa , en definitiva , era la intencionalidad de las puntiagudas rocas . Tiglat , más tarde , lo confirmaría .
Estábamos , efectivamente ante un asherat , una formación magalítica , muy frecuente en Fenicia y , sobre todo , en las montañas . Aunque nos encontrábamos en territorio de la Gaulanitis - es decir , en Palestina -, estos centros de culto pagano eran relativamente habituales . A veces , en lugar de piedra , los montañeses utilizaban altos y robustos troncos de cedros . bien en círculo o también en línea recta.
Los judíos , en especial los amantes de la paz , hacían la vista gorda , ignorando tales construcciones Yavé , en el Deuteronomio ( 16 , 21 ) , era especialmente rígido con estos símbolos idolátricos .
Finalmente me uní a Eliseo y , curioso , interrogué al muchacho sobre la naturaleza del conjunto .
Los erectos peñascos , en efecto , recibían el nombre de asherat , en honor a la diosa y madre de Baal , aunque , en este caso , habían sido dedicados a dos de los hijos de Baal - Ros , señor de los promontorios : Resef y el mencionado Aleyin . El primero - según el ceremonioso Tiglat - gobernaba el rayo y el trueno . El segundo , como fue dicho , cuidaba de fuentes , ríos y aguas subterráneas .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto